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Martes Santo 2015: El Señor de San Lorenzo

Con la tranquilidad que otorga una Semana Santa sin sobresaltos meteorológicos, la tarde caía sobre Sevilla en una esplendorosa y muy calurosa jornada de Martes Santo. El goteo de nazarenos blancos por el compás de San Lorenzo se hacía más intenso conforme se acercaban las ocho de la tarde como preludio de los momentos que una plaza abarrotada esperaba vivir: La salida del Dulce Nombre.

Puntual como de costumbre, a las ocho y cuarto de la tarde, los primeros tramos de blancos nazarenos atravesaban con celeridad la Plaza de San Lorenzo buscando la estrechez de la Calle Cardenal Spínola. Ciriales en la puerta y silencio en la Plaza, el primer misterio que tallara Castillo Lastrucci avanzaba por la nave central de la Parroquia marcando el comienzo de nuestro particular Martes Santo.

Ya con el Señor en la calle, los acordes de Señor de Sevilla sonaban mientras el misterio reviraba hacia la Basílica del Gran Poder, donde el Señor de Sevilla vivía las últimas horas de su multitudinario besamanos. Tras esta composición se interpretó Mirada de Dulce Nombre, la cual la Banda de Las Cigarreras hizo un esfuerzo en los últimos ensayos para que sonara en San Lorenzo tras una serie de dificultades, seguida de Madre de Dios.

Con las estrecheces de Cardenal Spínola nos adentrábamos en la noche sevillana, que dejaba unos matices únicos sobre el rostro de Jesús ante Anás. La imagen del Señor ha sido restaurada durante los meses previos a la Cuaresma 2015 por Carmen Bahima, una exquisita limpieza que aún con la oscuridad de la noche se notaba sobre la imagen.

Marchas de corte más clásico de la banda, como Madrugá Sevillana o Padre Manuel se intercalaban con composiciones más actuales como Por Sevilla, Coronada o María Reina y Madre en el entorno de la Gavidia, alcanzando estampas realmente bellas en este entorno.

Sin embargo nos acercábamos al punto más negativo del Martes Santo, como es el clásico parón que sufren las últimas hermandades del día y que en este año 2015 fue significativamente más notorio que en otras Semanas Santas. Hasta una hora llegaron a estar los nazarenos de los tramos de Cristo en la Plaza del Duque, llegando a darse la circunstancia de coincidir en la misma plaza el palio de la Virgen de la Candelaria con el paso de misterio de la Bofetá, circunstancia que hizo que los sones de Cristo de las Siete Palabras se entremezclaran con la marcha Hermanos Costaleros, que interpretaban los amigos de la Cruz Roja. Una situación que deja a las claras la necesaria reestructuración de una jornada caótica en los horarios como es el Martes Santo.

Ya con la cofradía retomando la normalidad al comenzar a discurrir por la Carrera Oficial, el misterio de Jesús ante Anás protagonizó una entrada en Campana de las más destacadas de la Semana Santa, dentro del clasicismo de su andar. Así pues sonaron las marchas Madre Cigarrera, aún en el Duque, Sagrado DecretoDulce Nombre de María, y En tu Buena Muerte.

La elegante disposición del cortejo de nazarenos blancos se podía admirar de sobremanera en el entorno de los Palcos, y la Avenida de la Constitución. Al llegar el Señor a la Plaza de San Francisco volvió a interpretarse la composición Mirada de Dulce Nombre.

La Hermandad del Dulce Nombre en este año 2015 llegó a la Santa Iglesia Catedral metida ya en la madrugada del Miércoles Santo, circunstancia que hizo que el discurrir de la cofradía hasta San Lorenzo fuese con más celeridad de la habitual. Fueron momentos para disfrutar especialmente del andar de la cuadrilla de costaleros comandada por los Hermanos Gallego.

Noches de Lunes Santo, Sobre los pies te lleva Sevilla, Costalero del Soberano, Refúgiame, Esa espina de Tu cara… marchas que levantaron aplausos en cada una de las revirás, en las que si bien no había excesivo público por lo tardío de la hora, la Hermandad supo mantener una compostura encomiable.

Tras la famosa revirá de la calle Jesús del Gran Poder a Conde de Barajas, donde se interpretaron las marchas Cordis Mariae y Ante Caifás… el Hijo de Dios, nos acercamos a uno de los momento más magnificentes de la noche. La Plaza de San Lorenzo se intuía al final de la calle…

Al son del timbal marcando el compás tras la última levantá, Y fue azotado y En mis recuerdos… sonaba en la inmensidad de San Lorenzo. Aquí sí, a pesar de rondar las 4 de la mañana, se encontraba una ingente cantidad de público que aplaudía cada composición en una simbiosis perfecta de lugar, hermandad, cuadrilla y música.

Es justo en este preciso momento, con el misterio enfilado ya hacia la Parroquia de San Lorenzo,  y cuando a pocos metros se estaba subiendo al paso a Nuestro Padre Jesús del Gran Poder en el interior de su basílica, cuando los compases de Señor de Sevilla pondrían el broche de oro a un Martes Santo para el recuerdo. Un Martes no cualquiera, donde con nuestra música redescubrimos quizás más que nunca, el rostro del Señor de San Lorenzo.

Fotos: Juan Velasco y Javi Jiménez

Información del autor
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Juanjo Dorado
Director de comunicación. Componente en la cuerda de trompetas.
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