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De los que se guardan en la retina

Era un marco inigualable. El motivo era más que insuperable y las colas en la Plaza del Salvador hacían presagiar que sería una noche de las que se guardan en la retina durante mucho tiempo.

Tras la actuación de la banda organizadora del evento, Vera Cruz de Utrera, era el momento de entrar en una de las Iglesias más espectaculares de la ciudad y hacer música para ello. Sonarían marchas que encajaron perfectamente en el entorno.

Luz de Misericordia, Ave María, En mis recuerdos… y un estreno para este año 2017 de Francisco Javier Torres Simón: Lux Aeterna. Esta composición, con dedicatoria especial para la donación y el Sagrado Decreto de la Hermandad de la Trinidad –conjuga partes dirigidas a ambos- tajo consigo una de las sorpresas que quisimos llevar a dicho acto: el solo de la marcha interpretado a violín, tomándonos la licencia de hacer algo más en un concierto como el dicho.

Tras este estreno, la banda organizadora quiso agradecer a todos los que, de alguna manera u otra, habían participado en lo que era un gesto de concienciación ciudadano hacia la donación de órganos. Para celebrarlo, Costalero del Soberano puso la guinda en la Iglesia Colegial del Divino Salvador, marco inigualable que ojalá algún volvamos a ver desde la misma perspectiva.

Un estreno, un gran motivo, un lugar abarrotado de cofrades y personas motivadas por la causa y un mes que ya se nos escapa a la vista para seguir avanzando en el curso que, muy pronto, desencadenará en la añorada Cuaresma.

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