El triunfo de la buena música
Se nota en el ambiente cuando una cita es importante, por eso la fecha del 8 de octubre de 2022 está marcada en rojo en el calendario, y la ilusión por vivir una gran cita te hace sentir un nerviosismo especial.
Varias semanas de intensos ensayos para preparar hasta la última semicorchea de un repertorio muy exigente. Un repertorio en el que llevamos años trabajando y, que nos ha llevado a disfrutar de unas marchas de un elevado nivel, que está calando en el público de una manera asombrosa.
De este modo, nos encontramos ante un concierto de los que hacen historia, ya que además tenemos el enorme privilegio de interpretar nuestra música junto a los compañeros de la agrupación musical La Pasión de Linares, con la que tantas similitudes compartimos, en lo que a aspectos musicales se refiere.
Así que partimos de la ciudad de Sevilla con el convencimiento de que será una jornada para disfrutar, para divertirse interpretando nuestra música, siempre desde el compromiso y la exigencia de las expectativas que posee aquel público que va a escucharnos.
En la ciudad jiennense de Linares también se respira ambiente de día grande, y no por nuestra llegada ni mucho menos, sino porque la agrupación con la que compartimos cartel es, claramente, «profeta en su tierra», y sus seguidores ansían escucharla de nuevo.
Ya en la plaza de toros, donde se celebra el concierto, vamos llegando las dos bandas, y se suceden fraternales encuentros, abrazos, e incluso fotos para el recuerdo, que poseen un valor incalculable…debido a la gran amistad que nos une a muchos componentes de ambas formaciones.
Amistad que se ha forjado durante años y que sigue afianzándose, no sólo en cada concierto que interpretamos juntos sino en las múltiples salidas que realizamos, en las cuáles, unos a otros, nos visitamos para apoyarnos y apreciar «el bello arte”, ya sea en Linares, Sevilla, o cualquier otro punto de Andalucía.
Después de un exhaustivo proceso de afinación… muchos nervios. Hay compañeros que se estrenan hoy, incluso compañeros que experimentan un «reestreno», ya que han cambiado de cuerda o de grupo dentro de la misma banda.
Subimos al escenario, y al aparecer Vicente Moreno, quién dirige en esta ocasión el concierto, comienzan a escucharse los primeros aplausos. El presentador abre el acto haciendo uso de una breve presentación, a decir verdad, en su justa medida, conciso pero correcto, muy acertado durante todo el concierto.
En primer lugar, iniciamos nuestro concierto teniendo un recuerdo para Alberto Escámez, maestro compositor linarense, que posee una extensa obra en la cuál encontramos multitud de marchas del estilo «cornetas y tambores», de ahí que la primera marcha que interpretáramos fuese La Milagrosa.
Después de eso y, como viene siendo costumbre en los conciertos que realizamos en fechas como ésta, es decir, más alejados de Semana Santa, solemos interpretar piezas que no se corresponden con la música cofrade.
De este modo, nuestro siguiente tema fue Parade of the Charioteers, perteneciente a la banda sonora de la premiada película «Ben Hur», estrenada en 1959 y protagonizada por Charlton Heston.
Y aunque es cierto que esta pieza lleva ya años en nuestro repertorio, el motivo de su inclusión en este acto tenía un sentido debidamente relacionado con la ciudad, ya que con ello quisimos hacer un homenaje a las “Bandas de Cabecera”, típicas en Linares. Éstas, son bandas con instrumentación semejante a la de banda de música, pese a que existe un predominio de los instrumentos de viento metal, podemos incluso decir que son parecidas a las “Marching Band” americanas. Dentro de una procesión, este tipo de agrupaciones van abriendo paso delante de la Cruz de Guía, vistiendo el hábito nazareno y en sus repertorios gozan de composiciones tanto de música cofrade, como de obras correspondientes a bandas sonoras u otros estilos musicales.
Después de estos dos temas, a modo de introducción, los que el público asistente aplaudió de forma enérgica, dimos paso a los dos siguientes bloques de marchas, que supondrían el grueso del concierto.
En el primero de estos bloques, nos quisimos acordar de nuestro querido Bienve, Bienvenido Puelles Oliver, y para ello esta vez sonó Un cielo para mi Virgen. De esta forma, le rendiríamos homenaje, al igual que haremos en cada uno de nuestros conciertos de esta temporada, en los que interpretaremos alguna de sus marchas.
Para completar este bloque, sonarían tres de las marchas que compondría para nosotros el músico ubetense Cristóbal López Gándara, estas fueron; Crucifixus, uno de nuestros últimos estrenos, Ante Pilatos… El hijo de Dios, y Silencio, ante Herodes… El hijo de Dios.
Tras un breve inciso del presentador continuamos interpretando el segundo bloque, en el que sonaron marchas como, Y dijo Anás…, Inspiración o Jesús, Salvador y Soberano, finalizando este bloque con la interpretación de ¡Victoria! marcha que estrenamos la pasada cuaresma.
Con ello, habíamos puesto nuestro grano de arena a este gran acto de música, sin embargo, también quisimos añadir el que para nosotros es nuestro “segundo himno”, Costalero del Soberano.
Por último, y cuando todos pensaban que habíamos terminado, aprovechando la ocasión de que Fran Plaza, uno de nuestros compañeros había decidido que éste sería su último concierto con nosotros, coincidiendo además con que nos encontrábamos en su ciudad natal y junto a los músicos de Pasión de Linares, que también habían sido sus compañeros, nuestro director Dionisio Buñuel, nos pidió que en su honor, sonase la marcha Amor de madre, para, de esta forma, simbolizar el sentimiento que esta banda siente hacia todos sus componentes.
Para concluir, sólo nos queda agradecer a la Hermandad de La Vera Cruz de Linares, que haya confiado en nosotros para este acto y sobre todo, reiterar nuestro agradecimiento también al público existente, ya que realmente nos sentimos como si estuviéramos en nuestra casa.
