Un broche como siempre a una temporada atípica
La temporada 2020/2021 no tendrá muchos buenos recuerdos para los cofrades en general. La pandemia nos dejó sin Semana Santa por segundo año consecutivo y prácticamente asoló el siempre poblado calendario de conciertos y actuaciones de nuestra banda. Sin embargo, el 2 de junio de 2021, en la víspera del Corpus, tuvimos la oportunidad de disfrutar de un concierto en uno de los Conciertos Junio Eucarístico, organizados por el Consejo de Bandas de Sevilla en la Iglesia de Los Terceros.
Este miércoles siempre es especial para los cigarreros que habitualmente vemos cómo al día siguiente termina la temporada con el Señor de la Cena volviendo del Palacio Arzobispal. En esta ocasión, no estaba montado el paso, no olía a flores recién cortadas ni se veían cirios rojos preparados, pero Los Terceros siempre tienen algo. Al entrar al templo se podía disfrutar del portentoso Señor de la Sagrada Cena en el altar mayor del templo, acompañado del conjunto de apóstoles que en su día esculpiera Luis Ortega Bru.
Tras una aplaudida actuación de nuestra banda juvenil, la Sagrada Columna y Azotes, comenzábamos el concierto con sones «de ordinario», y es que en el repertorio del concierto quisimos recrear con nuestros sones el día del Corpus según Las Cigarreras, con dos piezas de ordinario tal y como suenan cuando llegamos cada año al Palacio Arzobispal, a las que siguieron marchas procesionales.
De este modo, tras Trumpet Voluntary (conocido tradicionalmente en la banda como Maestoso) y Las olas del Danubio, la banda interpretó Réquiem, en memoria de nuestro amigo Manuel Pineda, seguida de Eucaristía, Sagrada Eucaristía y la Marcha Real con el Cantemos al Amor de los Amores, como suele oírse en cada salida y entrada de la Hermandad de la Cena.
Por último, y aprovechando que La Cena es nuestra casa, quisimos despedirnos interpretando fuera de programa la marcha que es el himno no oficial de Las Cigarreras: Amor de Madre.
En definitiva, un concierto que supuso para gran parte de los músicos cigarreros (la banda no pudo acudir al completo por las limitaciones sanitarias) un auténtico sorbo de ilusión, y la esperanza de que fuese el último de estos conciertos entre aforos reducidos, mascarillas y limitaciones.
