La Cena recibió el Galardón Madre Cigarrera 2014
En una emotiva noche en la Capilla de la Fábrica de Tabacos, la Hermandad de la Sagrada Cena recibió el galardón Madre Cigarrera 2014 en una velada donde Moisés Ruz hizo una exaltación a la música que quedará en el recuerdo.
El viernes 21 de Noviembre de 2014 fue el día elegido para un acto que por primera vez en 5 años cambiaba de escenario. Tras el Teatro Quintero y la Sala Chicarreros, en esta ocasión el V Acto de Exaltación a la Música Madre Cigarrera se celebraba en nuestra casa: la Capilla de la Fábrica de Tabacos, junto al Señor Atado a la Columna y a la Señora de la Victoria.
Poco más allá de las 21 horas tomaba la batuta Pedro Manuel Pacheco para marcar unos compases que nos trasladaban a la Calle Sol. Era la Marcha Real engarzada con Cantemos al Amor de los Amores. Curioso momento cómo con los primeros acordes de la Marcha Real se puso en pie toda la capilla. Tras ello, tomaba la palabra nuestro amigo José Manuel Peña, que presentó todos los momentos del acto tal como él sabe.
Sonó después Sagrada Eucaristía para dar paso a uno de los momentos de la noche. Nuestro queridísimo Mosiés Ruz Lorenzo comenzó su exaltación a la música con las palabras que tantas veces nos ha dedicado cuando nos ha presentado en mil y un conciertos: ¿Suenan… o no suenan?. Fue una exaltación formidable, sabiendo lo que sentimos los cigarreros de corazón cada día, cada momento de nuestra semana grande y con el sello inconfundible que sólo Moisés sabe dar a sus palabras.
Tras la magnífica exaltación llegó el momento de Al Señor de la Sagrada Cena, que sonó con la fuerza que la batuta de Pedro Manuel Pacheco impregnaba a cada músico, para dar paso al momento más esperado de la noche. Joaquín Solís, Hermano Mayor de la Hermandad de la Sagrada Cena recogía el V Galardón Madre Cigarrera de manos del que durante más de tres décadas fuese el alma mater de Las Cigarreras: Antonio González Ríos. Sin duda fue la ovación de la noche, a las que siguieron las palabras de agradecimiento por parte de Joaquín.
Ya más calmados, se pudo escuchar en la Capilla de Las Cigarreras una marcha que sin duda es el Himno de la Cena: Eucaristía. Fue muy emotivo para los que sabemos de la relación entre Banda y Hermandad ver las lágrimas de emoción de un gran cofrade como es Juan Palacio (Primer y único Hermano de Honor de la Cena) al escuchar los acordes de la marcha que compusiera Francisco Javier González Ríos y que nos transportaba a una soleada calle Sol.
Llegaba el habitual «momento de los cuadros» con el que solemos agradecer a presentador y exaltador su participación en tan destacada velada. Sin embargo en esta ocasión vivimos una simpática anécdota, ya que Moisés además de exaltar a la música en este 2014 lleva años presentado el acto, por lo que como comentó Dionisio Buñuel el clave de humor: «Íbamos a tener que regalarte una pared». En esta ocasión, el recuerdo que le entregamos fue una parte de nuestro uniforme como son los gemelos de la banda. Tras ello, la Banda de Las Cigarreras no podía dejar la que es su casa sin la música de la Hermandad. De este modo sonó Y fue azotado para casi despedir el acto.
Y decimos casi, porque para despedir la noche la Banda de Las Cigarreras tuvo a bien interpretar un estreno que la formación incluye este año en su repertorio de marchas de ordinario. Obra de Israel Jiménez Chozas e inspirada en tres sonidos tan dispares como Beethoven, John Wiliams y Las Cigarreras, así sonó «1979 (Fanfare nº3)» bajo la batuta de Vicente Moreno:
Una noche de las que no se olvidan, donde la música volvió a ser protagonista de la mano de los recuerdos. Eso recuerdos que traen 35 años tras el Señor de la Sagrada Cena… que sean muchos más en esta querida Hermandad que lleva a gala, más que merecidamente, el haber sido para la Banda una auténtica Madre Cigarrera.
Galería: Antonio Puertas López
