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Cigarreras de azul y plata

– Abuela.

– Dime cariño.

– ¿Y si por una vez juntáramos a la banda sonora de mi vida con la hermandad del barrio… de ahí de donde tú has vivido siempre abuela, qué ocurriría?

– Ven, crucemos juntas la muralla que algo único nos espera…

Entre paredes que se tiñen de azul y plata cada Domingo de Ramos, la banda de Nuestra Señora de la Victoria, Las Cigarreras, colocó su fajín morado y puso sus sones en la noche del 6 de marzo de 2020 en la Parroquia de San Julián, sede de la Hermandad de la Hiniesta.

Cómo viene siendo costumbre en cada Cuaresma, con este concierto la banda pone fin al VIII Ciclo de Conciertos Manolo Pardo… In memoriam, el cual este año se disfrutó a ambos lados del río. En tu buena muerte, nombre que recibe este concierto tan especial y qué tanto significado nos muestra… nombre de una de las marchas más representativas de Pedro Manuel Pacheco… nombre que representa a uno de los titulares de esta hermandad, Santísimo Cristo de la Buena Muerte, de Antonio Castillo Lastrucci… Oración por todos aquellos que se fueron y que estuvieron allí presentes en esta noche.

La banda presentó el acto con la colaboración de Juan José García del Valle, el cual nos mostró su seguimiento y pasión por la banda desde que era un niño, describiendo a la misma como “un referente único e inigualable de la música procesional” con adjetivos como valentía por innovar, sencillez por conservar el espíritu humilde de sacrificio y entrega, y sentimiento que se convierte en solemnidad haciendo aquel nexo de unión entre la pasión de nuestro Señor y ese cofrade que junta “lo que oye, lo que ve y lo que siente”.


Pasión y Música…

En el primer bloque del concierto, la banda quiso rendir un homenaje a su historia y su música en los primeros años de la década de los 90 interpretando Maestro, de Dionisio Buñuel, en honor a él, al Maestro, a Manolo Pardo; Señor de Sevilla, de Jorge Martín Puerto, llenando aquella parroquia de amor, pasión, ilusión, emoción y sentimiento haciendo que aquella escena tomara vida y Eucaristía de Francisco Javier González Ríos, culminando esta primera parte con aires de recuerdos, de aprendizajes y evocando a ese Domingo de Ramos, tan importante para la Hermandad de la Hiniesta.


Prendidos a Jesús…

Segunda parte del concierto. Momento culmen donde la banda hizo estreno de la marcha Jesús, Salvador y Soberano dedicada a Nuestro Padre Jesús del Soberano Poder en su Prendimiento. Marcha compuesta por Jose María Sánchez Martín, la que nos hizo trasladarnos a esa calle Orfila, con el sentimiento Panadero de cada Miércoles Santo. Antes del estreno, se interpretarían dos composiciones de Pedro Manuel Pacheco Palomo dedicadas también a la Hermandad de los Panaderos, siendo éstas Jesús en su Prendimiento y María, Reina y Madre. En aquel momento, todos pudimos revivir y recordar el ambiente tan especial y significante que se vive cada año tras el misterio de Jesús en su Prendimiento. Tras estas tres interpretaciones acabando con el estreno, recibimos muestras de agradecimiento, emoción y satisfacción de que todo esfuerzo tiene su recompensa, y qué mejor recompensa que aquel revuelo de aplausos entre aquellas paredes gótico-mudéjares de la parroquia.

En este momento, y tras unas palabras de agradecimiento por parte de nuestro director, Dionisio Buñuel, el Hermano Mayor de la Hermandad de los Panaderos recibió un cuadro con la partitura de la marcha de la mano del propio autor, José María Sánchez Martín. También se hizo entrega de un recuerdo de la banda por la prestación de la parroquia al Hermano Mayor de la Hermandad de la Hiniesta y ésta misma le entregó un cuadro como recuerdo del paso por la Hermandad de la Hiniesta a la banda. Por finalizar la entrega de recuerdos, se le entrega como es debido un recuerdo también al presentador de este acto, como agradecimiento por conducir con sus palabras el buen discurrir de este concierto.


En tu Buena Muerte…

Aquí, cabe destacar otros de los puntos claves de este concierto y el cual contiene un significado especial que nos ha hecho confirmar, más si cabe, que este acto debería realizarse en tal simbólico lugar. Toca homenajear a Jesús Moreno, el cual con sólo 17 años se fue al cielo. Él era muy amante de Las Cigarreras y de la Hermandad de la Hiniesta. Qué mejor manera, en honor a él, que juntar sus dos pasiones y que lo viviera con nosotros desde el cielo. Por ello, se le hizo entrega de un recuerdo a su familia, la cual nos acompañaba esa noche de viernes cuaresmal. La entrega la realizó una compañera de la banda que tenía una estrecha relación de amistad con Jesús y su familia. Por ti Jesús, por que sigas disfrutando de tu banda y de tu hermandad desde ahí arriba. Tus familiares, amigos y conocidos te llevarán siempre presentes en el corazón. En honor a él, el tercer bloque del concierto comenzó con Amor de Madre, de Francisco Javier González Ríos.

Fotografías: Salva López

Poniendo fin a esta noche, no podría faltar la interpretación de la marcha En tu Buena Muerte, de Pedro Manuel Pacheco, la cual comparte nombre con el titular del paso de misterio de la Hermandad de la Hiniesta. Bendita melodía la que sale del interior del corazón dedicada a ti…

Sin más, la banda de Las Cigarreras quiso despedir el concierto interpretando de nuevo su estreno y tras ello, la clásica Marcha Real, cerrando aquella noche de ensueño, dejando aires de retorno de Domingo de Ramos sobre las tres de la tarde… Sólo hace falta cerrar los ojos y música en “ON” para poder revivir cada minuto de esta noche. Si especial fue para muchos, para algunos fue mágico. Último concierto que la banda interpretaría en nuestra ciudad, Sevilla, antes de esta Pandemia… Quién nos lo iba a decir. Con nuestra música, con mi música, un pedazo de corazón se fue al cielo y desde el cielo bajaste para estar esa noche presente, abuela.

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