Viernes de Dolores 2022: La verdadera normalidad
Siempre que un músico de Las Cigarreras se encamina hacia la Parroquia del Claret un Viernes de Dolores, se vienen a la cabeza muchas cosas. Momentos que han sucedido durante el año, esfuerzo, trabajo realizado… Y la sensación de que todo merece la pena por lo que está a punto de comenzar. El Viernes de Dolores 2022 todo esto se vio multiplicado tras los durísimos años que vivimos sin nuestra Semana Santa a causa de la pandemia. El 2022 fue el año de la verdadera normalidad.
Pasaban 15 minutos de las seis de la tarde cuando se abrían las puertas de la Parroquia y comenzaban a sonar los instrumentos de nuestros niños de Sagrada Columna y Azotes, que acompañan a la Cruz de Guía.
El momento en que los guardabrisas asomaron por la puerta, lo que sentimos cada uno de los músicos cigarreros… Nos lo guardaremos para siempre.
Tras la Marcha Real, la primera marcha que interpretamos en esta víspera de la Semana Santa 2022 fue Señor de Sevilla, seguida de Réquiem, en memoria de nuestro compañero y amigo Manuel Pineda, que tanto echamos de menos en estos días.
Los primeros compases de la procesión sucedían como siempre. La visita a la residencia y las primeras calles que nos hacían sentir de nuevo lo que es ser músicos de Sevilla tras el Señor de la Misión. Al llegar a la esquina de la calle Torcuato Luca de Tena comenzamos una de las grandes novedades de este Viernes de Dolores, y es que el cortejo reviraba a la derecha para encaminar sus pasos al Hospital Virgen del Rocío.
La Hermandad tenía prevista esta visita para el año 2020, y tuvo a bien mantenerla en este 2022, con mucho más motivo tras todo lo que han hecho por nosotros los profesionales sanitarios. En las puertas del Hospital, sonaron las marchas Pasión, Muerte y Resurrección, Madre de Dios y Sobre los pies te lleva Sevilla.
De vuelta al «itinerario habitual» de la Hermandad de la Misión, hicimos la habitual presentación ante la residencia de mayores El Claret, donde sonaron las marchas Bendícenos Jesús, Por Triana, Soberano y Esa espina de tu cara.
En este año 2022, la Hermandad apostó por un repertorio mucho más abierto en cuanto a la variedad de las composiciones, lo que hizo que al llegar a las calles repletas de naranjos del barrio de Heliópolis se pudieran escuchar marchas como Silencio, ante Herodes… El Hijo de Dios, Jesús Salvador y Soberano o ¡Victoria! ya en el último tramo de estas calles. La temperatura y el ambiente era el soñado por cualquier hermano de la Misión.
Pasada ya la media noche, la oscuridad de la calle auguraba uno de los momentos del día… La recogida de la cofradía. Los sones de Cordis Mariae, Jesús en su Prendimiento, Crucifixus, Ave María y Dulce Nombre de María, sirvieron de broche sonoro a un espléndido Viernes de Dolores. Uno más pero no uno cualquiera, porque nunca olvidaremos el momento en que (de verdad) volvimos a nuestra querida normalidad.
Foto principal: Fran Santiago
