Lunes Santo 2024: Un inimaginable Lunes Santo
Tal y como se estaban produciendo las circunstancias, este 25 de marzo de 2024, todos nos despertamos con los ánimos mermados, las predicciones no eran halagüeñas y más aún, después de que el día anterior, Domingo de Ramos, por desgracia, nuestra querida Hermandad de La Cena tuviera que refugiarse en la Catedral debido a las inclemencias del tiempo.
Mirábamos por la ventana, un cielo gris, nubes amenazantes y de nuevo, empezó a llover… A pesar de ello, al llegar la hora me disponía a salir hacia el Barrio León, mientras la lluvia que caía en esos momentos era de una cantidad importante, sin querer pensarlo demasiado, todo presagiaba que no podríamos realizar la estación de penitencia.
Ya en las calles aledañas a la Parroquia de San Gonzalo, los compañeros nos íbamos encontrando en la afanosa tarea de situarnos bajo un lugar donde poder refugiarnos de las rachas de viento y la intensa lluvia que no cesaba de caer. Las conversaciones iban dirigidas a un nexo común; “sí… no saldrá… podría haber una tregua…”. Durante la mañana, conocimos las desagradables noticias de que la Hermandad del Cautivo de Santa Genoveva y la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Cautivo y Rescatado del Polígono de San Pablo, habían decidido no realizar estación de penitencia, algo que hizo que creciera el desánimo.
Las conversaciones y cábalas proseguían, aunque también había compañeros de mayor veteranía que aprovechaban para contar alguna que otra anécdota ocurrida en situaciones como esta, a lo largo de los años cofradieros.
La hora prevista para la salida llegó, pero la lluvia, aunque había cesado, aún amenazaba, por lo que nuestra Hermandad solicitó al Consejo de Hermandades y Cofradías, prorrogar en algo más de una hora su salida, de modo que nosotros continuamos esperando con ilusión, porque al menos el cielo parecía despejarse.
Minutos más tarde, se nos avisó para que fuésemos ocupando nuestra habitual posición junto a la puerta de la Parroquia, hecho que supuso que los nervios comenzaran a apoderarse de nuestros sentidos, y que creciera el optimismo por poder acompañar a Nuestra Padre Jesús del Soberano Poder ante Caifás, en su estación de penitencia a la Catedral.
Cuando de pronto… justo a las 16:30 horas, se abrieron las puertas, y entre una leve llovizna, por fin ¡apareció la Cruz de Guía! A continuación, sonaron los tambores de los compañeros de la Banda Sagrada Columna y Azotes y, el público que llenaba la plaza, regaló un gran aplauso, que nos despertó del sueño de un nuevo Lunes Santo, que ahora sí, se había hecho realidad.
La hilera de nazarenos blancos ya colmaba la calle Nuestra Señora de La Salud, y cuando nos quisimos dar cuenta, la voz de Manuel Garduño, nos avisaba de que el Paso del Señor del Soberano Poder se aproximaba al dintel, que a través de una excelente maniobra se presentó ante nosotros, entre aplausos y al sonido de la Marcha Real.
Acto seguido, sonaron las marchas Virgen de la Salud y Hasta siempre, Soberano, y como era de esperar, debido al retraso en la salida, la Hermandad realizaría el recorrido de ida de una manera más rápida, de modo que a medida que el Señor avanzaba con imponente paso, en lo que nos pareció un instante, cruzamos el puente y llegamos a Sevilla. La calle Reyes Católicos, donde no cabía un alfiler recibió el cortejo con alegría y entre “izquierdos”, nos fuimos acercando a la Parroquia de la Magdalena, donde el público esperaba con fe la llegada del Señor. Suenan Hasta siempre, Soberano y Ante Caifás… El Hijo de Dios, mientras recibimos una y otra vez el calor de los asistentes.
Sin esperar ni un ápice, el Señor continúa adelantándose y en la revirá de la calle Rioja, la expectación es enorme. El pueblo sabe que allí ocurrirá algo inaudito, y por ello, suena Y en la otra orilla… uno de los estrenos de esta Semana Santa 2024, con el que los costaleros derrochan arte y elegancia en otra chicotá que quedará para la historia. Después de esto y, aún con la emoción del momento, nos vamos acercando a la Campana.
La entrada y llegada al palquillo del consejo se hace, como es tradición, con la marcha Réquiem, dedicada desde hace mucho a Juan Vizcaya y, además, desde el año pasado a Bienvenido Puelles. Después de la levantá, suena Ante Pilatos…El Hijo de Dios, y por último, para abandonar la plaza y entrar en la calle Sierpes, entre ovaciones y elogios, interpretamos Gath Shemânîm…
El discurrir del paso del Señor por la calle Sierpes, tuvo lugar con el acompañamiento de marchas clásicas como, por ejemplo, Virgen de la Victoria o El Prendimiento, sin embargo, al llegar a la Avenida de la Constitución, sonaron marchas más actuales como, Noches de Lunes Santo o Sagrado Decreto.
Tras el discurrir por la Catedral, otro de los momentos emocionantes de la noche fue el paso por el Postigo del aceite, la calle Almirantazgo, fue testigo de las marchas Señor de Sevilla y Crucifixus, y más adelante, ya en la calle Arfe, sonó la marcha Sagrada Eucaristía.
Además, junto a la Capilla de la Hermandad del Baratillo, se encontraban cientos de personas esperando el paso del cortejo trianero, por lo que Nuestro Padre Jesús del Soberano Poder realizó una presentación frente a las imágenes de la Hermandad del Miércoles Santo, mientras que interpretamos las marchas Por Triana, Soberano, Agnus Dei, la cuál ha sido otro de los estrenos de esta Semana Santa 2024, seguida de ¡Victoria! y, por último, Jesús, Salvador y Soberano.
Dejando atrás este emotivo pasaje, la Hermandad de San Gonzalo regresa de vuelta al barrio de Triana, y de camino, esta vez sí, se presenta ante la Hermandad de la Estrella, que por desgracia el Domingo de Ramos, no pudo salir. De modo que, al dedicarle una levantá interpretamos las marchas Noches de Lunes Santo; Silencio, ante Herodes… El Hijo de Dios, y por último, para continuar nuestro camino, sonó Jesús en su Prendimiento.
Nos topamos con una calle San Jacinto rebosante de fieles que querían acompañar al Señor hasta la Parroquia, y prueba de ello fue cuando en los últimos metros. en los que interpretamos las marchas En mis recuerdos… Llora la Esperanza y Costalero del Soberano, las muestras de cariño y estremecimiento fueron continuas, hasta que llegado el momento en el que el “misterio de Caifás” se encontró ante la puerta del templo, la plaza completamente en silencio, escuchó las indicaciones del capataz, y una vez dentro sonaron la Marcha Real y, de manera enlazada, el final de Hasta siempre, Soberano.
Con estos últimos compases, muchos de nosotros rompimos en llanto… lágrimas de amor, cariño, admiración y agradecimiento hacia nuestra Hermandad de San Gonzalo que, un año más, nos ofreció el enorme privilegio que suponía para la Banda de Las Cigarreras, a pesar de las circunstancias meteorológicas, vivir un inimaginable Lunes Santo, acompañando a Nuestro Padre Jesús del Soberano Poder.
Foto: Fran Santiago