Viernes de Dolores 2015: La semilla de la Pasión
No había mejor forma de comenzar nuestra Semana Santa. Era Viernes de Dolores y la Hermandad de La Misión se echaba a la calle para hacer su peculiar estación de penitencia. La Banda de Las Cigarreras, además, iniciaba con ella sus ocho recorridos a lo largo de una semana llena de Pasión, Muerte y Resurrección.
Era la primera y como primerizos lo afrontábamos. La Banda Sagrada Columna y Azotes se alejaba abriendo paso en la Cruz de Guía y los ciriales pasaban bajo el dintel de la puerta. Antonio Santiago mandaba a sus pupilos y el paso de la Iglesia del Claret se ponía en la calle. Sonaba Amor de Madre como primera de las marchas, seguida de Cristo de las Siete Palabras y posteriormente Cordis Mariae, que sirvió para poner música al primero de los saludos que esta Hermandad realiza en su recorrido.
Caía la noche en la ciudad de Sevilla y los nuevos candelabros de guardabrisa del paso iluminaban el rostro del Señor con la Cruz en el hombro. Sonaban Madre de Dios, Un Cielo para mi Virgen o La Cruz Gitana tras el misterio.
No pudieron faltar tampoco Reinas del Baratillo, Virgen de la Victoria, Virgen de la Salud, Y tú, Estrella entre otras composiciones, que con un público deseoso de incienso y penitencia, presenciaba el transcurrir de la cofradía.
Era una noche de ensueño que no despertaría hasta el Domingo de Resurrección, y así lo parecía por las calles del barrio Heliópolis, donde sonaron el Ave María o En mis recuerdos, también Soberano en Getsemaní, en las “revirás” del misterio buscando ya, de nuevo, su Iglesia. Además, sonaron por primera vez en Semana Santa los estrenos musicales de este año, como son Ante Caifás… el hijo de Dios, Madre Cigarrera, Una palabra tuya… y Llora la Esperanza.
La entrada fue la guinda al pastel, pues la intimidad se hizo eco gracias a la oscuridad de la zona y la iluminación del misterio. Sonaba Costalero del Soberano para su vuelta a los allí presentes y, un año más, culminaba nuestra primera estación de penitencia de la Semana Santa con la Hermandad de La Misión, una cofradía que no deja indiferente a nadie y que nos regala un Viernes de Dolores con semillas de pasión.
Fotos: Nacho Borrallo