Martes Santo 2014: De vuelta a San Lorenzo
Despertar del letargo. Un letargo dilatado hasta lo insufrible en el tiempo, pero del que jamás imaginamos despertar envueltos en tanta belleza y tanta sevillanía como supuso el Martes Santo 2014 tras Nuestro Padre Jesús ante Anás.
Volvimos como cada año al compás de San Lorenzo, una vez más a esas calles que en los años anteriores tanta frustración transmitieron entre sus charcos y sus paraguas. Esas calles, en las que escurríamos los fajines en 2011 tras aquella fatídica tarde. Este año todo eso cambió, y es que contradiciendo el refrán a la cuarta fue la vencida.
En una Plaza de San Lorenzo atestada de público con el Señor de Sevilla en besamanos, un reguero de nazarenos blancos se abría paso hacia Cardenal Spinola con la parsimona y la gracia característica de los cortejos procesionales sevillanos. Una calma expectante que vio su fin cuando los primeros compases de la Marcha Real y Señor de Sevilla retumbaron en la vieja espadaña de la Basílica del Gran Poder. El misterio de la Bofetá estaba en la calle.
Dulce Nombre de María, Amor de Madre… como si de una frase musical continua se tratase, el misterio de Antonio Castillo Lastrucci se perdía entre una lluvia de pétalos en la estrechez de la Calle Cardenal Spinola. Esa sensación, ese rumor entre el gentío por el tiempo que hacía de aquella estampa se mezclaba con la sensación de muchos de nuestro músicos que aún no conocían esa sensación de poder hacer nuestra música ante la mirada de Nuestro Padre Jesús ante Anás.
La noche iba cayendo sobre Sevilla en este Martes Santo mientras el imponente caminar del misterio y un repertorio musical con sabor a clásico de Las Cigarreras hacían las delicias de la gran cantidad de público que se agolpaba en la Plaza de la Gavidia, Las Cortes, la Plaza del Duque… una ida hasta la Carrera Oficial de ensueño y es que la temperatura de estos días de Abril acompañaban.
La entrada en Campana compaginó con un criterio exquisito composiciones clásicas de la banda con algunas de las más contemporáneas, sonando de este modo uno de los estrenos de este 2014 (Cordis Mariae), una composición dedicada a la Hermandad del Dulce Nombre (Mirada de Dulce Nombre) y una de las marchas señeras de Las Cigarreras (Madre de Dios).
Una vez realizada la estación de penitencia en la Santa Iglesia Catedral, el blanco cortejo bofetero emprendía un regreso que si bien es algo acelerado para evitar entrar más tarde de lo estipulado, permite disfrutar del andar del misterio de la Bofetá de manera notoria.
De esta vuelta, puntos como la Plaza Nueva, la Campana de vuelta o la Calle Jesús del Gran Poder en su totalidad centran las grandes chicotás de la vuelta hasta llegar a la revirá que supone la última de la cuadrilla de costaleros que no hace la entrada con el Señor: la revirá de Jesús del Gran Poder a Conde de Barajas. En esta ocasión, el repertorio escogido para ella fue Stabat Mater Lacrimosa y Por Sevilla Coronada. Sin duda una de las grandes chicotás de las noche que antecedía a uno de los momentos más comentados de la Semana Santa, la entrada de la Bofetá.
Plaza de San Lorenzo a oscuras, nube de incienso que mana del pebetero del misterio y los acordes de Las Cigarreras, que hasta por cuatro veces sonaron dejando muda una plaza ante los sones de Sagrado Decreto, Por Triana Soberano, Y fue Azotado y Costalero del Soberano.
La Marcha Real sonó bajo el dintel de la Parroquia siendo el culmen soñado de aquel Martes Santo perdido. Una obra de arte efímera, inmaterial y mística que durante una noche de primavera nos llevó… de vuelta a San Lorenzo.
Foto principal: J.M. Serrano |Fotos: Alejandro Mármol