Una noche inolvidable tras el Señor de Sanlúcar
Hay días en los que confluyen diferentes circunstancias que los hacen especiales. Uno de esos días fue el sábado 23 de septiembre de 2023, el día que Las Cigarreras puso sus sones en la procesión extraordinaria que realizó el Nazareno de Sanlúcar de Barrameda.
El segundo compromiso del curso cigarrero nos llevaba a la provincia de Cádiz, una provincia en la que tenemos varias espinitas clavadas a causa de la lluvia. Por suerte, en esta ocasión todo sería diferente, amaneciendo un día radiante en esta señera localidad.
La responsabilidad era mayúscula: Poner nuestros sones a la portentosa imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno, atribuida a Francisco de Ocampo en la primera mitad del siglo XVII. Una imagen que procesiona en silencio o con música de capilla, y que para celebrar el 450º aniversario fundacional de la Hermandad lo haría con nuestra música.
El comienzo de la procesión también fue especial desde el punto de vista de los músicos cigarreros, y es que nos incorporaríamos tras el Señor con la procesión comenzada, una vez recibiera la medalla de oro de la Ciudad, concedida por el Excelentísimo Ayuntamiento de Sanlúcar.
De este modo, en torno a las 20:15 horas comenzamos un breve pasacalles desde la calle Sevilla hasta la plaza de los Condes de Niebla, donde sonaron Por si acaso, Las Puertas del Corazón y Nos vemos a las 7. Al poco de llegar a nuestro lugar, la cruz de guía aparecía por la Plaza de la Paz seguida del cortejo y diferentes representaciones. El silencio se hizo a la llegada del Señor, viviendo un momento para el recuerdo, al pasar mirando a los músicos cigarreros.
Tras el acto de imposición de la medalla de oro de la ciudad, se levantaba el paso y comenzaba la procesión con nuestros sones, siendo Réquiem la primera composición que sonó tras el Señor de Sanlúcar, seguida de Costalero del Soberano.
Tan sólo unos metros después llegaríamos a unos de los grandes momentos del recorrido, como es la bajada de la Cuesta de Belén, que el Señor recorrió con un andar reposado y al son de diferentes composiciones: Soledad de San Pablo, Esa espina de tu cara, Sobre los pies te lleva Sevilla, La Esperanza, En tu Buena Muerte, Al pie de tu Santa Cruz y Gath Shemânîm, tras la que se escuchó una de las grandes ovaciones de la noche.
Dos momentos especialmente emotivos fueron los saludos a la Hermandad de los Dolores y a la Hermandad del Rocío de Sanlúcar. En este último sonaron las marchas Ante Anás… El Hijo de Dios y Cristo de las Siete Palabras, posteriormente se le cantó una sevillana al Nazareno…
Continuando con el recorrido, la procesión recorrió a buen ritmo diferentes calles como el Carril de San Diego o la Cava del Castillo hasta llegar de nuevo a la Iglesia Mayor. De aquí a la entrada, viviríamos una gran cantidad de momentos inolvidables tras el Señor, como la interpretación de Y fue azotado o Ante Pilatos… El Hijo de Dios por la plaza de la Paz.
Justo antes de adentrarnos en las estrecheces de las últimas calles sonó El Cachorro, una de las dos novedades que la banda llevaba en el repertorio de esta procesión. Destacar también el comportamiento del público durante la procesión, tan numeroso como respetuoso.
Desde este punto hasta la entrada, sonaron ¡Victoria! La Carretería, Alegoría de la Fe, Hasta siempre, Soberano, Jesús, Salvador y Soberano, Crucifixus, Ave María y En mis recuerdos… Una última marcha que no podría haber tenido un nombre más acertado, ya que en nuestros recuerdos quedará para siempre esta bella noche tras el Señor de Sanlúcar.