Noche de estrenos en la Hermandad del Sol
Era un nuevo viernes de Cuaresma. Uno de esos que se recuerdan todo el año por su ambiente, por lo que significa y lo que anuncian los viernes en estas fechas… El pasado 19 de Febrero de 2016 la Banda de Las Cigarreras vivió un nuevo viernes para el recuerdo en la Parroquia de San Diego de Alcalá, sede de la Hermandad del Sol, donde se celebró el segundo concierto del IV Ciclo de Conciertos «Manolo Pardo… In memoriam» bajo el título de Fervor.
Durante este concierto, plagado de momentos musicales únicos, se llevó a cabo el estreno de dos nuevas composiciones musicales en el repertorio de la formación cigarrera. Tal como ya hiciéramos con el primer concierto del ciclo, en nuestra Hermandad de Las Cigarreras, vamos a cambiar las habituales crónicas por ofreceros el texto íntegro con el que cada presentador guió al público de nuestros conciertos. En esta ocasión, tuvimos el honor de contar con la palabra y la voz del jerezano Alejandro Fernández.
Texto de Don Alejandro Fernández para este segundo concierto Ciclo
Estimado Señor Cura Párroco de esta santa casa Don José Miguel Verdugo Rasco, hermanos mayores y miembros de junta de oficiales de las Hermandades del SoL, Panaderos y Dulce Nombre, queridos músicos de la Banda de las Cigarreras, señoras y señores. Sean bienvenidos a este segundo encuentro con la música procesional, que nos ofrece la Banda de las Cigarreras durante esta Cuaresma, dentro del ciclo memorial a Manolo Pardo.
Ante todo me gustaría agradecer en nombre de la Asociación Cultural y Musical “María Santísima de la Victoria”, la generosa acogida que han tenido en este magnífico rincón, aquí, en el Plantinar donde estoy seguro que muchos, despiden los días pasionales esperando la incipiente Resurrección en la noche del Sábado Santo.
Y es que aquí todo está infinitamente medido…
Tan medido y tan marcado, como la fina línea que separa un barrio del centro,
Tan medido y tan marcado como la diferencia entre la capa y la cola…
Tan medido y tan marcado como la mezcla del azahar y el tenue aroma del incienso…
Tan medido y tan marcado como una fuerte levantá…
Es resaltar el Fervor en torno a Cristo y María nuestra madre, lo que buscan nuestras corporaciones. Ese rezo interior que se convierte en cuestión de segundos, en un tropel de peticiones…y en medio la música. Aquella que nos facilita todo… ¿Se han dado cuenta alguna vez de lo mucho que aporta la música tras nuestros pasos? Desde aliviar el son costalero, anunciar la llegada de la comitiva o… hasta ayudar a rezar. Si a rezar.
La música de las Cigarreras, la que siempre fue en la vanguardia de la evolución en su género, nos invita a rezar. Les invito que me acompañen en un paseo por las calles de Sevilla y observen el verdadero sentido de esto…
Es Domingo de Ramos…
Y en el puente esperan a una Estrella…
Esa que es la la que más brilla en Triana…
Llorando por una Pena que a Ella….a Ella…
Se le escapa…
Es el Amor de una Madre…
Que con locura desata…
Ser Victoria inerte…
De una misión flagelada…
Que se pare el tiempo…
Que se paren las mañanas…
El fervor se hace realidad…
En las notas de la banda…
Ecuador de la Semana Santa…
Calle Orfila…
Panadera estampa…
Cristo se somete a la torpeza del hombre…
Con sus manos alzadas…
La tensión que se respira en el ambiente, los hombres de Juanma calman…
Con un izquierdo, un costero…una mecía larga…
Mientras, suena la banda…
Una genialidad de Francisco Javier Torres Simón que como su nombre indica, nos va a dejar Prendidos del Poder Soberano que desprende la talla de Castillo Lastrucci…
Cierren los ojos y paladeen cada nota que se marca en el pentagrama… La que suena en los acordes tácitos de la filarmonía cigarrera…Una sola palabra: “Prendido”
La huella musical de hoy, nos sigue llevando hasta las esquinas y balcones de la Semana Santa. Esa abuela en el balcón…ese beso que lanza un niño…ese nazareno de manos arrugás…ese costalero inertemente arropado por la enormidad del que es Rey de Reyes…
Lunes Santo…el barrio ya se prepara
En las engalanadas calles…
Ya se avista la templanza…
De unas manos que aunque atadas…
Un soberano poder regalan…
Fuente de Salud para muchos…
La de María Inmaculada…
Y es el costalero el hombre…
El que a Dios proclama…
Como suyo fue el azote…
En la Eucarística jornada…
Desde los Remedios al Tardón…
Vuelve a sonar mi banda…
Es el fervor el que se siente…
Todo como realidad soñada…
Sones cigarreros suenan…
Para llegarnos al alma…
Nuestro recorrido por Sevilla nos lleva de inmediato de un lugar a otro. No hay tiempo para descansar. Solo para endulzarnos de un rostro que se hace gracia en el rostro de María, que allá por San Lorenzo es consolada por el discípulo amado, mientras que contempla como una parte de Ella le es arrancada del corazón, el dolor es tan intenso que podemos hasta sentirlo…
Jesús se encuentra antes Anás…
La humildad de Cristo se hace patente…
Que es hasta abofeteado…
La mirada perdida del Maestro…
Se mezcla con la discusión de los sumos sacerdotes…
La música de Cristóbal López Gándara se introduce tanto en la escena, que plasma momento a momento todo lo que pasa. Pero una frase resalta…»Yo soy el Hijo de Dios».
El final de nuestra cita itinerante, coincide con el colofón de la Semana Santa. El Sábado Santo, día triste y de añoranzas por todo lo que se nos marcha, pero alegre por visualizar el inicio de una nueva espera. Así vive el cofrade, se alimenta de las esperas, de lo que pasó y lo que vendrá.
Una alegoría de la fe ofrecida en forma de Misericordia, camina hacia la Campana. Es el adelanto a la Resurrección que nos hace recordar la Pasión y Muerte del Señor, dejándonos como Sagrado Decreto la intercesión hacia su madre, que a la vez es nuestra, Sol en el camino de nuestras vidas…
Y como no podía ser menos, la Banda de las Cigarreras quiere regalarnos una composición más. La dedicada a Manolo Pardo, quien le da sentido al pasado, presente y futuro de esta formación…porque para todos representa lo que fue: un Maestro.
Texto de presentación: Alejandro Fernández | Fotos: Alberto Nogales