Entrevistamos a tres miembros de junta de la Cena en 1980
Con motivo de la entrega del Galardón Madre Cigarrera 2014 a la querida Hermandad de la Sagrada Cena, hemos querido entrevistar en estos días previos a la distinción a tres hermanos de la Cena de toda la vida. Tres grandes cofrades que en el año 1980, cuando la Banda pudo interpretar sus sones por primera vez tras un paso de misterio, eran miembros de la Junta de Gobierno. Ellos son Don Juan Palacio Ávila (Secretario de la Cena en 1980), Don Fernando Vega García (Mayordomo) y Don Pablo Gálvez Rey (Prioste).
En una tarde no muy fría pero sí sorpresivamente lluviosa llegamos a la Casa Hermandad de la Cena un poco antes de la hora prevista, encontrándonos en la Sacristía con Don Juan Palacio, que rápidamente se nos presentó y comenzó a contarnos mil historias sobre la Hermandad de la Cena. Como le dijo un hermano que pasó por allí… Juan es el que más sabe sobre la Hermandad de los Terceros.
Una vez juntos los tres protagonistas de nuestra entrevista, pasamos a una de las dependencias de la Hermandad ubicada justo tras el altar mayor de Los Terceros, a unos dos metros de distancia del Señor comenzamos esta agradable charla entre cofrades.
Curiosamente, los tres fuisteis miembros de la Junta de Gobierno en aquel 1980 y posteriormente cada uno llegó a ser Hermano Mayor, ¿En qué años?
Juan Palacio: Yo estaba en el 80 de Secretario, y luego entré en la junta siguiente del 82 al 86 creo…
Fernando Vega: No Juan, tú estuviste un año más porque por aquel estábamos liados con las reglas.
Juan Palacio: Sí que es verdad, del 82 al 87.
Fernando Vega: Yo entré después de Juan Palacio, que fue en Diciembre de 1987, y estuve del 87 al 94.
Pablo Gálvez: Y yo pues entré cuando salió Fernando y como él repetí mandato, por lo que estuve desde Julio del 94 hasta octubre de 2002.
Antes de Las Cigarreras, ¿Qué banda acompañaba al Señor de la Sagrada Cena?
Fernando Vega: Eso es una larga historia, donde la Hermandad de la Cena ha tenido mala suerte con las Bandas de Cristo. Yo me remonto al último año que estuvimos en la Misericordia, que estaba yo de Mayordomo 2º, año 1973… y llevamos una Banda de Castilblanco de los Arroyos que menos mal que ese año llovió y se volvió el paso porque era horrorosa de mala… y unos uniformes que parecía que habían salido de acomodadores de circo, vamos, horrible. Si no llegamos a volvernos, hubiéramos hecho un ridículo. A mí se me quedó marcada esa anécdota porque luego se vio que nadie había ido a escuchar esa banda ni a ver los uniformes, así que después de aquello había que andar con pies de plomo.
Después de este año, en el 74, vino una banda de chavales que creo recordar que eran de San Juan de Aznalfarache y no sé muy bien por qué problema tampoco vinieron más. Ya años más tarde y a través de una amistad que tenía Rafael Bellido, obispo de Jerez, nos recomendaron una banda de Castilleja de la Cuesta que traía tambores, cornetas y gaitas. En aquel entonces permitimos las gaitas porque nos recordó a la Guardia Civil y así salieron dos años tanto el Domingo de Ramos como en el Corpus. Sin embargo esta banda se disolvió y nos vimos de nuevo en la búsqueda de música para el Señor.
Fue entonces, en 1977 cuando tras las malas experiencias vividas con las bandas y viendo que ninguna terminaba de cuajar un miembro de junta propone que el Señor de la Cena fuese acompañado por una coral cantando motetes eucarísticos delante del paso. Esta coral nunca se encontró y al final el paso del Señor de la Sagrada Cena salió sin música en el año 1977. Eso causó un malestar profundo tanto en la propia junta como en los hermanos, porque la verdad es que fue un disgusto grande no poder llevar música tras el Señor.
Juan Palacio: La verdad es que ese año hubo mucha gente a disgusto… Y ya justo antes de Las Cigarreras, fue una banda de Alcalá del Río.
Fernando Vega: Así es, tras los de Castilleja de la Cuesta nos hablaron de una Banda por Alcalá del Río, así que fuimos una noche a un ensayo de ellos, vimos que no sonaban mal y los contratamos otro par de años, con tan mala suerte de que en 1979 llovió el Domingo de Ramos, y al poco tiempo se disolvió la banda.
Pablo Gálvez: Pero eso fue porque estaba predestinado a que vinieran Las Cigarreras aquí… (risas)
Dado que las Agrupaciones Musicales interpretaban en gran parte de su repertorio cantos litúrgicos o eucarísticos, en esos años de cambios… ¿Nunca se planteó la opción de una Agrupación Musical para el Señor?
Pablo Gálvez: No, la Hermandad siempre tuvo claro lo que quería y eso era un estilo sobrio como son las Cornetas y Tambores.
Fernando Vega: El problema más que el estilo es que por aquella época lo que había no era bueno o no nos gustaba, no queríamos cosas raras después de las malas experiencias del pasado y más allá de las gaitas nunca planteamos más.
Para que te hagas una idea, la Banda de Las Cigarreras no fue la única Banda que apareció por aquí en aquel año. Se tuvieron contactos con la Banda de la O, que existía por aquella época y la cual no sé por qué no se llegó a un acuerdo. Y luego estuvimos viendo la Agrupación Musical de la Lanzada que vino recomendada por Don José Antonio García Tapial y que no sonaba nada mal. El único inconveniente es que ellos tenían xilófonos, platillos… y no sé qué más, así que le dijimos que lo que queríamos era una banda con tambores y cornetas nada más. Su director que era Francisco Arroyo se reunió unos días y nos contó que no podía deshacer la banda para la Hermandad de la Cena, así que no se llegó a ningún acuerdo tampoco.
¿Qué condujo a Las Cigarreras a la que hoy es “su” Hermandad de la Sagrada Cena?
Fernando Vega: Nosotros después de lo del año 1973 con la banda de Castilblanco de los Arroyos teníamos que andar con pies de plomo una vez más, y entonces fue cuando yo le dije a Jesús Verdugo (Mayordomo 1º en aquella época) que no pasábamos por contratar a ninguna banda sin antes escucharlos y verlos tocar. Y un día fue cuando apareció, como digo, Jesús Verdugo acompañado de Pepín Tejera.
Pepín, que llevaba con su Banda de Tejera desde 1977 en la Hermandad fue quién recomendó en 1980 a la Banda de Las Cigarreras para acompañar al Señor de la Sagrada Cena.
Pablo Gávez: Yo recuerdo una noche, estando en mayordomía llega Pepín y le hablamos de que necesitábamos una banda de Cristo. Y entonces fue cuando él dijo “hombre, yo si queréis os puedo recomendar una banda que está formándose, lleva en funcionamiento unos meses, y yo la he escuchado y creo que puede ser una gran banda”.
¿Bastó la palabra de “Pepín Tejera” para traer a una banda con poca experiencia y repleta de chavales jóvenes a la Hermandad de la Cena?
Juan Palacio: Chavales… ¡Eran niños! (risas) Unos niños muy bien vestidos y que tocaban muy bien pero eran auténticos niños.
Pablo Gálvez: Pero niños niños, de los de pantalón corto ¿eh?
Fernando Vega: Hubo incluso algunos hermanos muy mayores, de los que aquí llamamos “de colmillos retorcíos” que se dirigían a nosotros y nos decían “Ustedes no sabéis el error que vais a cometer, se vais a quedar sin banda… tras la Catedral van a venir todos los padres y se van a llevar a los músicos a sus casas”, así que imagínate la edad y la pinta de los primeros músicos de Las Cigarreras. Aun así fue un riesgo que estuvimos dispuestos a correr, no nos íbamos a quedar sin banda y sin música no vamos a volver a ir.
Pablo Gálvez: Ya después de hablar en aquella época con Pepín, organizamos un concierto para asegurarnos. No sé si tal vez el primer concierto que dio Las Cigarreras lo dio aquí. Pero se organizó para poder ver y oír a la Banda como dijimos.
Juan Palacio: Fue un domingo, después de misa, en la Plaza Ponce de León. Se les dijo que vinieran desfilando desde allí y que entraran en la iglesia.
Pablo Gálvez: Así fue, y allí legó… el impacto. Porque ver por la Calle Sol, a los niños… porque eran todos niños, con pantaloncitos cortos, tocando como tocaban… Nadie esperaba que una banda de niños sonase así. Dieron el concierto en la iglesia, nos gustó… y venga, adelante.
¿Cómo recuerdan el primer año de Las Cigarreras en la Cena? ¿Qué críticas u opiniones suscitó?
Fernando Vega: Lo único malo fue lo que comentamos. En los días previos los mayores nos decían que veríamos a ver si nos quedábamos sin banda a lo largo que fuese cayendo la noche en el Domingo de Ramos.
Pablo Gálvez: Y al final llegaron a la entrada los niños… y los padres de los niños. (risas)
Fernando Vega: Entonces yo cogí y me fui a buscar a los hermanos que desconfiaban y les dije “pues han tocado más los niños que los mayores”. Y claro está, desde ese Domingo de Ramos ya nadie dijo ni pío.
Juan Palacio: Y ya desde aquel día, el 30 de Marzo de 1980, pues Las Cigarreras suena aquí el Domingo de Ramos y el día del Corpus.
¿Alguna curiosidad más sobre ese 1980?
Fernando Vega: Pues mira sí, en ese 1980, que fue el primero de Las Cigarras, fue el último año de costaleros profesionales en el paso de misterio. Ese Domingo de Ramos ya sacó costaleros hermanos el Señor de la Humildad y Paciencia.
A pesar del revuelo causado por aquellos niños tocando en la Calle Sol, ¿Se era consciente en la Hermandad a dónde podía llegar la Banda que prácticamente estaban “apradrinando”?
Pablo Gálvez: En absoluto. Vamos, ni la Hermandad, ni Sevilla entera. Pero Pepín sí. Él nos dijo que tenían un preparador muy bueno y que llegaría lejos.
Fernando Vega: Así fue, pero vamos, que lo que sirvió a parte de sus palabras fue… la prueba aquí viéndolos desfilar. Fue una impresión.
Fueron años de cambios en la Hermandad, con la banda, las cuadrillas, el misterio…
Juan Palacio: Sí que fueron años de cambios, la banda llegó a tocar al misterio antiguo, obra de Antonio Bidón Villar, y que actualmente está en la Hermandad de la Cena de Puente Genil, con la que guardo especial vinculación y cariño. Ya en 1983 se estrenó el actual, de Luis Ortega Bru.
Es curioso que la Hermandad de la Cena, de tener “mala suerte” con las bandas como me comentábais ha pasado a casi crear estilos musicales. Tejera no necesita presentación allá donde va. Las Cigarreras es hoy por hoy un estilo de música cofrade extendido a nivel nacional, pero es que los cantos corales que lleva el Señor de la Humildad y Paciencia el Domingo de Ramos ya lo llevan varias Hermandades, es curioso como comentáis, que estos cantos tuvieron su origen en 1977 con aquel intento fallido en el misterio…
Juan Palacio: Si, aunque en la Humildad y Paciencia es algo más reciente, llevará unos diez años más o menos. Primero se probó en la ida del señor en la mañana del Corpus, luego gustó y ya se pensó en el Domingo de Ramos.
Pablo Gálvez: Así es, la Hermandad de la Mortaja es una de las que llevan este acompañamiento en la actualidad.
Fernando Vega: La idea de aquel hermano en 1977 no era nada mala, pero no en Semana Santa al paso de la Sagrada Cena… sencillamente no estamos acostumbrados.
¿Qué marcha es la que suena en sus cabezas cuando miran al Señor de la Sagrada Cena y se lo imaginan en la calle?
Respuesta unánime: Eucaristía, de Francisco Javier González Ríos (risas al coincidir los tres sin dudar un segundo).
Fernando Vega: A mí, aparte de Eucaristía, he de decir que el Cantemos al Amor de los Amores, que yo lo llamo Triunfal como dicen en Tejera, es una marcha con la que me encanta ver al Señor, y con la que llevo años deseando que entre en Campana, ya que es junto a Eucaristía la que más me gusta.
Juan Palacio: El Cantemos al Amor de los Amores se tocó primero en esta Hermandad, creo recordar que en el Corpus de 1982… y luego ya se recuperó no hace mucho. Qué bonito es cuando la banda llega en ordinario en el Corpus y se escucha el murmullo de la gente, eso sí… ¡qué calor! (risas)
¿Y que no sea Eucaristía?
Nuevamente respuesta unánime: Amor de Madre, de Francisco Javier González Ríos.
Marchándonos un poco a temas de actualidad… Tras cuatro ediciones destinando el galardón Madre Cigarrera a personas íntimamente relacionadas con la música como Pedro Morales, Francisco Javier Gutiérrez, Francisco Javier González Ríos o Bienvenido Puelles… ¿Qué os parece que la primera institución en recibirlo sea la Hermandad de la Cena?
Pablo Gálvez: Hombre… para nosotros es un orgullo y un reconocimiento de la unión entre banda y hermandad, y hermandad y banda… es un reconocimiento más de la Banda de Las Cigarreras, de los muchos que ha tenido con la Hermandad… pero ahora es uno más y muy importante, y por nuestra parte sólo podemos estar agradecidos.
Juan Palacio: Es una muestra más del cariño, mutuo entre ambas instituciones. Hace nada fue la Banda nombrada Hermana Honoraria y es por ese cariño. Son muchos años ya juntos.
Fernando Vega: Es sin duda un reconocimiento importante a la Hermandad, y considero que la Hermandad de la Cena es la madre de la Banda Las Cigarreras, porque la acogió y apostó por ella antes incluso que su propia Hermandad, y arriesgándolo todo.
Y para acabar, en esta línea de actualidad… en una misma semana llegó la noticia del Galardón Madre Cigarrera 2014 y del Vía Crucis de las Hermandades presidido por el Señor de la Humildad y Paciencia.
Fernando Vega: Sin duda estamos viviendo un año de muchos bienes para la Hermandad de la Sagrada Cena, y hay que disfrutarlo.
Y tras este gran ratito de tertulia y recuerdos entre gente maravillosa como son Juan, Fernando y Pablo, bajamos a la iglesia para ver al Señor de la Sagrada Cena, al Señor de la Humildad y a la Virgen del Subterráneo.
Sin duda este curso 2014/2015 va a traer momentos inolvidables por Los Terceros. Llegan tras estos días de Madre Cigarrera 2014 las fiestas navideñas con un horizonte claro marcado en esta ocasión por el primer lunes de cuaresma. Y de nuevo ese carrusel de sentimientos que un año más, e irán treinta y cinco, alcanzará su cenit con unos faroles dorados brillando bajo el Sol de un nuevo Domingo de Ramos…