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Viernes Santo 2014: El romance de Valflora

Dicen que los verdaderos amores no se olvidan por mucho que pase el tiempo. Cuando se vuelven a encontrar todo vuelve a ser como era antes. Y eso es lo que le pasa a la Banda de Las Cigarreras y la Hermandad de La Carretería. Si se pudiese definir sería como un romance perfecto, el romance de Valflora. Y es que a pesar de estar cuatro años sin poder disfrutar de ese gran paso de misterio y de todo lo que envuelve a esta Hermandad, el amor hacía ella no se acaba.

La tarde del Viernes Santo, ya, asomaba y a las 16:15 las puertas de la Capilla se abrían y los capirotes de terciopelo comenzaban su caminar hasta la Santa Iglesia Catedral. Después de una salida complicadísima, el Santísimo Cristo de la Salud ya enfilaba el Real de La Carretería con la marcha Al Pie de Tu Santa Cruz.

Tras una saeta emocionante, la banda interpretaba la marcha dedicada a la Hermandad: La Carretería. El paso de misterio caminaba de forma elegante y con firmeza con marchas tales como: Bendícenos Jesús, Nuestra Señora de Consolación y Lágrimas y Ego-Sum.

Antes de alcanzar la Plaza Nueva, el misterio del barrio del Arenal de Sevilla realizaba una revirá magnífica con la marcha Cristo del Perdón.

En la Campana, el misterio entró con las marchas Requiem y, de nuevo, La CarreteríaQuedando un estampa bellísima con el timbal y el Cristo de la Salud enfilando la Calle Sierpes. La marcha Requiem se interpretó en homenaje póstumo a Rosario Oliver, madre de Bienvenido Puelles Oliver que falleció en la tarde-noche  del Jueves Santo.

La Carretería en Laredo – Foto: Antonio Enciso en Twitter
La Carretería en Laredo – Foto: Antonio Enciso en Twitter

Antes de entrar en la Catedral, la banda de Las Cigarreras interpretó la marcha La Cruz Gitana, una vez que el paso reviraba hacia la Puerta de San Miguel.

A la salida de Catedral y dibujando un cuadro que ni Velázquez podría llegar a imaginarse, el paso de misterio de la Hermandad de la Carretería caminaba al lado de las murallas del Alcázar a los sones de Misericordia Isleña, Rocío y Dulce Nombre de María.

Ya en la Calle Temprado, la perfección se convirtió en momento cuando Las Cigarreras interpretó la marcha Refúgiame y tras finalizar la marcha el paso comenzó a caminar. A continuación se interpretó la marcha Stella Maris, de Rafael Vázquez y José Manuel Reina, una recuperación que Las Cigarreras ha realizado esta Cuaresma.

Lo que llegaría luego sería para disfrute y gozo de los allí presente. Frente a la Capilla de las Hermandad de Las Aguas, la genial composición de Pedro M. Pacheco, En Mis Recuerdos eran los sones que ponían música al momento tan mágico allí vivido.

Caída, ya, la tarde en la Calle Rodo, sonaban Y Fue Azotado y el Ave María de Caccini, que tantas veces se había imaginado detrás del Cristo de la Salud y que, por fin, se pudo disfrutar.

Se sucederían las marchas Cordis Mariae, En Tu Buena Muerte y, por último, Al Pie de Tu Santa Cruz. Con la noche sevillana como telón de fondo y una entrada muy íntima en el barrio del Arenal, el misterio de La Carretería ponía fin a su estación de penitencia, quitando de esta forma el mal sabor de boca que había dejado la lluvia en los años anteriores.

Un Viernes Santo perfecto que hizo que el Romance de Valflora creciera, aún más si cabe. Y que Sevilla pudiese disfrutar de la gran obra de Francisco de Ocampo.

Foto principal: Joaquín Galán

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