Miércoles Santo 2016: Prendido
Rondaban las 21:00 horas cuando, tras pasar la Hermandad del Cristo de Burgos, la calle Orfila abría las puertas de un Miércoles Santo panadero. Jesús en su Prendimiento aparecía bajo el dintel de la puerta de la Capilla de San Andrés. Con la voz de Juan Manuel Martín de fondo, Jesús, ya prendido, iniciaba su estación de penitencia. Sonaban Macarena, Soberano en Getsemaní y Por Triana, Soberano, para llegar hasta la calle Amor de Dios.
Sones cigarreros tras el Cristo de los Panaderos que llegaba al Duque muy pronto, con su peculiar e inmejorable andar y el sonido de marchas como Refúgiame, justo antes de entrar en la Plaza de la Campana.
Sevilla ya disfrutaba del primero de los pasos cuando, con Jesús en su Prendimiento, iniciaba la carrera oficial que le llevaría hasta la Santa Iglesia Catedral de Sevilla. Le sucedieron Y fue azotado y Sagrado Decreto, incluyendo la revirá con el ya muy conocido “costero a costero” de sus costaleros.
Era disfrute para el músico y también para la propia Hermandad cómo iba transcurriendo el primero de los pasos por la Avenida de la Constitución. Al llegar a la Santa Iglesia Catedral, sonó la Marcha Real y rodeamos la misma para encauzar ya la vuelta a la Capilla.
A los pocos minutos de salir, la esperada “Cuesta del Bacalao”, con Alegoría de la Fe, Al Señor de la Sagrada Cena, Sobre los pies te lleva Sevilla y Sagrada Eucaristía, marchas ya clásicas de nuestro repertorio que sonaron para el prendimiento de Sevilla.
Seguía su recorrido y llegaba a la “revirá” de Francos con Chapineros al son de Llora la Esperanza y Ante Caifás, el Hijo de Dios, dos estrenos del 2015. En Chapineros, llegando a la calle Álvarez Quintero, Mirada de Dulce Nombre, fue el preludio a uno de los momentos más mágicos de nuestra Semana Santa: la Plaza del Salvador.
Los tres estrenos, Luz de Misericordia, Ante Anás, el Hijo de Dios y Prendido, fueron las escogidas ante un lugar abarrotado con muchas ganas de ver al primero de los pasos de la Hermandad de Los Panaderos. Prendido, dedicada al titular, levantó los aplausos de los allí presentes. Para despedirnos del lugar, Costalero del Soberano, marcha que no deja a nadie indiferente, acompañada del peculiar “izquierdo” de Los Panaderos.
Solo quedaba la calle Cuna, que desemboca de nuevo en Orfila, donde pusieron el broche marchas de cierto corte más solemne, como son En tu buena muerte, Ave María y En mis recuerdos… tres composiciones de oro para un recorrido que llegaba a su fin.
Todos los Miércoles Santo llegan de una forma muy especial y con muchas ganas. Ahora toca esperar al siguiente, el de 2017, con el buen sabor que ha dejado éste y el caminar que siempre deja por Orfila, Los Panaderos.
Fotos: Alejandro Mármol y Joaquín Galán
