Martes Santo 2024: En San Lorenzo... Óleo sobre lienzo
Después de un inimaginable Lunes Santo 2024 con el alma completamente llena, la Banda afronta una nueva jornada pendiente de las predicciones meteorológicas, con una nueva incertidumbre sobre la salida de la Hermandad de La Bofetá.
Algunas cofradías se ponen en la calle y otras deciden cancelar su estación de penitencia… Aun así, la Hermandad de San Lorenzo, decide poner su cruz de guía alrededor de las 17:15 horas sobre algún que otro rayo de sol sobre su madero y las puertas de la Basílica del Gran Poder abiertas de par en par con el Señor de Sevilla bendiciendo con sus pies el suelo de la ciudad.
Los ciriales se ponen en la puerta de la parroquia alrededor de las 17:30 horas para presidir el óleo sobre lienzo que se va a producir sobre la plaza de san Lorenzo… El primer misterio que tallara Castillo Lastrucci para Sevilla, se pondría en la calle bajo los sones de la Banda que lleva acompañándole durante 42 años con la Marcha Real y Amor de Madre para hacer reverencia a la querida Hermandad vecina del Gran Poder.
Se levantaría el paso tras este saludo, a los sones de Señor de Sevilla y posteriormente Dulce Nombre de María, para poner final a su estancia en la plaza de manera imperiosa con la marcha Ante Anás… El Hijo de Dios.
Enfilando la calle Cardenal Espínola, se interpretarían sones solemnes como los de la marcha Soledad de San Pablo y Luz de Misericordia para encarar a la plaza de la Gavidia con uno de los estrenos de este año de nuestro querido Pedro Pacheco, Cristo de la Púrpura y posteriormente en breves compases se interpretaría Tus Lágrimas y Pasión, Muerte y Resurrección de Francis González Ríos.
Encarando la Plaza de la Concordia, se avecinan gotas de lluvia que inquietan al público asistente, pero sin desmerecer la imagen del momento, en la que la Banda interpreta Hasta Siempre, Soberano… siempre recordando a nuestro ETERNO BIENVE.
Este leve “chirimiri” desaparece en el momento justo antes de revirar el misterio hacia la esquina de Las Cortes con Jesús del Gran Poder, donde daría lugar uno de los momentos más íntimos y emocionantes de la jornada con la marcha Y en la otra Orilla… de nuestro componente José Carlos Garrido, que no dejó indiferente a nadie de los allí presentes, llenando el momento con un reguero de aplausos y emociones.
Avanza el galeón de San Lorenzo buscando la Plaza del Duque con los sones clásicos de Cristo de las Siete Palabras y Resignación.
Desde la esquina de Alfonso XII va a empezar “la Campana” el imponente misterio de Jesús ante Anás bajo un imparable y continuo son de la Banda, interpretando las marchas: Cordis Mariae, Dulce Nombre de María, Ave María y entrar en Sierpes con En tu Buena Muerte.
Ganando terreno en calle Sierpes el misterio de la “Bofetá” y bajo marchas de los años 90, se planta en la Plaza de San Francisco bajo los sones de Jesús ante Anás, mientras cae la noche, para avanzar por la Avda. de la Constitución con los sones de Macarena, y diferentes marchas de la primera década del 2º milenio para enfilar la entrada a la Santa Iglesia Catedral con la marcha Eucaristía.
Bajo la puerta de palos y con paso firme, se dispone a afrontar el recorrido de vuelta bajo la atenta mirada de la torre más Fortissima escuchando los sones más cigarreros de Al pie de tu Santa Cruz o La Cruz Gitana.
Con gran elegancia y bajo el calor del público de la calle Alemanes, se hace frente a la Cuesta del Bacalao con las marchas ¡Victoria! y Jesús, Salvador y Soberano para encumbrar uno de los puntos más álgidos del nuevo recorrido de la cofradía.
Poco después llegaría otro momento en el que el binomio entre Banda y Misterio se haría más presente que nunca llegando a ensordecer los adoquines más añejos de la ciudad, adentrándose en la calle Chapineros bajo las partituras de Cristóbal López Gándara interpretándose Ante Pilatos… El Hijo de Dios y posteriormente Gâth Shemânîm, dejando un reguero de emociones, lágrimas y nudos en el estómago entre todos los allí presentes.
Bendícenos Jesús, de nuestro director Dioinisio Buñuel, precede a la entrada del misterio en otro gran momento de la jornada para afrontar la Plaza del Salvador con el murmullo de Costalero del Soberano y la melodía pura de Y dijo Anás…, dejando el sello de nuestro querido director Pedro Pacheco, para enfilar la calle Cuna.
Con paso firme avanza por la Calle Cuna para hacerse presente en calle Orfila para hacer reverencia a la querida Hermandad de Los Panaderos bajo los sones de Jesús en su Prendimiento y posteriormente dejando huella entre campanas de dolor, con la marcha En mis recuerdos… para revirar hacia la calle García Tassara y terminar con La Carretería.
Adentrándonos en la madrugada del Miércoles Santo, se van agotando los últimos metros de la cofradía y el solemne timbal de Refúgiame suena en la calle San Miguel, para que los buenos “momas” de la Bofetá se hagan más presentes que nunca en la revirá hacia Jesús del Gran Poder.
Reinas del Baratillo y María, Reina y Madre serán las próximas composiciones a interpretar antes de llegar a la revirá de Conde de Barajas, donde los Hermanos Gallego, capataces que comandan el misterio, tienen el precioso detalle de dedicar una levantá a la Banda tras llevar más de 4 décadas siendo la banda sonora de Jesús ante Anás… tras lo cual la Banda, interpreta con toda su admiración Agnus Dei y Silencio, ante Herodes… El hijo de Dios… para poner rumbo hacia la plaza de San Lorenzo.
Se va terminando el sueño eterno de los Martes Santo hacia la una y media de la madrugada… Donde el sello de Cristóbal López Gándara se haría presente una vez más, para que la Banda saque a relucir sus versos hechos pentagramas y así interpretar las 3 últimas marchas tras del misterio del Dulce Nombre, como colofón a una maravillosa jornada marcada por el más que elegante andar de sus costaleros, a los que se pondrían los sones de Ante Anás… El Hijo de Dios y Crucifixus para terminar con Gâth Shemânîm bajo el dintel de la Parroquia de San Lorenzo como la guinda del mejor de los manjares de la Semana Santa de Sevilla.
Suena la Marcha Real para despedirnos del eterno Tribunal de San Lorenzo, otro año más sobre su alfombra roja, cual lienzo hubiera salido de su cuadro para poner el pie en el mejor de los escenarios.
Por otros 42 años más, sintiendo la mirada de Jesús ante Anás…
