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Lunes Santo 2019: Lunes de inspiración...

Las musas volvieron a llamar el Lunes Santo, 15 de abril de 2019, a las puertas de los corazones que se encontrarían en el Barrio León, bajo un sol radiante de justicia, para que los devotos y el pueblo de Sevilla disfrutara del Señor del Soberano Poder ante Caifás acompañado por su Banda de Las Cigarreras un año más de ensueño.

Alrededor de las 15 horas sonarían los tambores de la cantera Cigarrera que abren paso a la Hermandad de San Gonzalo en su cruz de guía para poner rumbo hacia la Santa Iglesia Catedral de Sevilla.

La ilusión, los nervios, las ganas y los recuerdos se apoderaban de los allí presentes mientras pasaban los nazarenos de túnica blanca y cera roja sacramental que acompañan al Señor con cada una de sus oraciones… Oraciones que a través de su música pondría Las Cigarreras al Soberano Poder.

A las 15:40 horas se asomarían los ciriales del paso del Señor al dintel de la puerta mientras se escuchaba de lejos la singular voz del capataz Manuel Garduño anunciando que el Soberano ya iba a estar en la calle.

Así fue… Poco a poco y con los cuerpos por pareja a tierra, los costaleros del Soberano pusieron sus corazones para que todos vieran como le brillaba la cara al Soberano igual que nos brillaban los ojos a más de uno al verlo salir por los que están en la Tierra y con ÉL en el cielo.

Al son de la Marcha Real, el Soberano daría su primer “izquierdo” como prolegómeno de lo que se avendría durante todo un recorrido lleno de Inspiración.

Virgen de la Salud de Bienvenido Puelles abriría los sones para el Soberano Poder seguida de Ego Sum de Francisco Japón, para salir de la Plaza de San Gonzalo y adentrarse en los naranjos del Barrio León. Una posterior saeta que no dejó indiferente a nadie y Noches de Lunes Santo de nuestro querido Bienve de nuevo para revirar hacia la calle Dolores León en una chicotá de libro que transportaría a aquellos años de gloria y de crecimiento de la Hermandad.

Seguiría el misterio avanzando con paso firme y dejando regueros de emociones y sonrisas buscando la avenida de Coria a los sones de Un cielo para mi Virgen y Pasión, Muerte y Resurrección… Inevitable no escuchar a más de un devoto tararearla en la parte de las palilleras. Rompería el Soberano una vez más a la finalización de esta marcha, en el que el calor ya no era del sol sino del clamor y del fervor de todos los allí presentes.

El próximo momento que daría lugar sería el saludo a “los viejecitos” del asilo de la avenida de Coria como cada año, en este caso a los sones de Por Triana, Soberano de Rafael Vazquez, Bendícenos Jesús de Dionisio Buñuel y se despediría con nuestro himno: Amor de Madre de Francis González Ríos. Ni el radiante sol pudo con la sombra del Soberano ni con la música del corazón.

Antes de buscar la casa de su hermandad madrina, con paso firme gana terreno a los sones de las marchas como Jesús ante Anás, Cristo de las Siete Palabras o Santísimo Cristo de las Tres Caídas.

Se acerca el primer saludo en el Lunes Santo a su hermandad madrina con la marcha Eucaristía, que empieza a crear un revuelo ante los allí presentes. Se arría el paso y hay una levantá emotiva en la que al capataz no le sale ni la voz, y los corazones de los costaleros elevan al Soberano hacia el cielo de Triana… Empezaría a sonar Triana llora tus Penas, dedicada al Señor de las Penas. Tras otra ovación cerrada y para seguir rumbo hacia la Catedral sonaría Al Señor de la Sagrada Cena, que no le dio tiempo a terminar que ya sonaba una “tromba” de aplausos hacia el buen hacer de la cuadrilla y la Banda que sería el preludio del saludo a su vuelta en la que la inspiración haría acto de presencia.

El Soberano Poder seguiría avanzando buscando el viejo puente de barcas a los sones de marchas como Azotes y El Santísimo Cristo del Amor delante de la capillita del Carmen para despedirse de Triana hasta dentro de unas cuantas horas. A golpe de tambor gana terreno el misterio para llegar lo antes posible a Sevilla.

Pone su izquierdo por delante el Soberano en Sevilla, a los sones de Divina Pastora de Cantillana de Pedro Pacheco, ejerciendo la cuadrilla de costaleros ese nuevo paso que el año pasado hicieron por primera vez al que denominaron el “3 en 1”, invención de Fede Barrero.

Fuerte ovación y marcha por chicotá para el Soberano Poder por parte de su querida Banda. Ahora le tocaría el turno por partida doble a nuestro entrañable Bienve, sonando Macarena y Esa espina de tu cara en la que el misterio bordó cada chicotá con hilos de oro. Dulce Nombre de María, La Cruz Gitana y María, reina y madre serían el prólogo de que lo se avecinaría en los aledaños de la Parroquia de la Magdalena.

Allí estaba esperando la “campana de pie”, una multitud de personas para saborear cada paso, cada nota y cada silencio que dieran lugar en ese momento. Sonaría Silencio, ante Herodes… El hijo de Dios de Cristóbal López Gándara y Prendido de Francisco Javier Torres Simón, el cual nos trasladaría al pasaje del evangelio de San Juan en el momento que apresaron a Jesucristo. Dos auténticas joyas que no dejaron indiferente a nadie.

Con paso firme avanza el Soberano Poder hacia la Plaza de la Magdalena entre palilleras, dúos de trompetas y solos de corneta con la marcha Y fue Azotado dejando un reguero de aplausos. Madre Cigarrera sería la próxima composición que se interpretase ante los más cercanos a la Iglesia del Santo Ángel, donde en su puerta volvería a sonar “Soberana”, lugar donde se estrenó en 2017 y en el que la Virgen de la Salud se hizo presente en cada una de sus notas y en cada replique de campana triunfal, recordando la maravillosa coronación canónica que vivimos.

Se avecina uno de los momentos más esperados del recorrido: La revirá de Rioja… Allí se interpretaría uno de los estrenos de este añoAnte Pilatos… El hijo de Dios”. El éxtasis… Esa puede ser la definición de lo allí vivido. Una alegría y admiración tan intensa que no se podía sentir ni pensar en nada más que no fuera lo que allí sucedió.

A golpe de tambor avanza el misterio para ganar tiempo al ajustado reloj del Lunes Santo, aunque antes de llegar a la Plaza de la Campana se interpretaría Una palabra tuya, que después del éxtasis anteriormente comentado nos hizo a todos abrir el corazón y poner los pies en la tierra.

Parte del público de la Campana ya aplaudía al término de esta composición, aunque no sabían… O sí, lo que estaba por venir.

Sonaría en la Plaza de la Campana:

  • Ante Caifás… El hijo de Dios, con una entrada triunfal que hasta el sumo sacerdote se rasgó las vestiduras.
  • Réquiem, por Juan Vizcaya y en memoria de aquellas personas que ya no están, pero sí están…
  • Lux Aeterna, por los donantes de órganos que hacen que se queden en la tierra los que quieren en el cielo…
  • Y En mis recuerdos… Donde el pulso se acelera, la mente retrocede en el tiempo, la añoranza invade al coraje y la sangre hierve morada como el fajín que llevamos en la cintura.

Intenso y atronador aplauso en la Campana tras el paso del Soberano Poder ante Caifás con su querida Banda… Murmullo y reguero de lágrimas que dejan a su paso.

Tocaba ganar terreno nuevamente en calle Sierpes con marchas clásicas como La Sentencia de Cristo, El prendimiento o Nuestra Señora de Consolación y Lágrimas hasta llegar a la plaza de San Francisco con Resignación de nuestro director Dionisio Buñuel.

Se encararía la Avenida de la Constitución con Sobre los pies te lleva Sevilla, Inspiración, Mi Cristo para Sevilla y como culmen y entrada triunfal en el templo catedralicio como pocos misterios hacen, con la marcha Tus lágrimas, deleitando y formando un revuelo ante los presentes.

Mi Cristo de recogía como es tradición, sería la primera marcha que anuncie el regreso del Soberano Poder a su casa del Barrio León, seguida de Cordis Mariae por los aledaños de la Catedral y llegando al Almirantazgo con Al pie de tu Santa Cruz y Dulce Victoria hasta arriar el paso en la puerta de la Pura y Limpia del Postigo bajo el aplauso de los devotos.

Afronta el misterio del Soberano Poder el Arco del Postigo con Y dijo Anás… De Pedro Manuel Pacheco y Llora la Esperanza, del costalero y compañero Carlos Puelles Cervantes, bajo una gran ovación y buscando la calle Arfe con el Ave María de Vladimir Valilov, la cual creó un ambiente de Fe y sentimiento a todos los que estuvimos presentes.

A golpe de tambor avanzó el misterio por la Puerta del Arenal hasta llegar a la calle Adriano y empezar otro de los saludos más esperados ante la Hermandad del Baratillo, en la que llevan horas esperando una gran masa de devotos y fieles… Empezarían los sones del saludo con Ante Anás… El hijo de Dios, seguida de Alegoría de la Fe, postrándose el misterio delante de la Piedad y dedicando la levantá a Don Rafael Díaz Palacios, antiguo capataz de la Hermandad que ahora está con sus Reinas del Baratillo… Seguiría el saludo con la marcha Costalero del Soberano creando un murmullo espectacular y despidiéndose con Sagrado Decreto, un saludo de ensueño.

Se adentra el Soberano Poder en Pastor y Landero con marchas clásicas como Soledad de San pablo o La Milagrosa, revirando hacia Reyes católicos con Cristo del Perdón hasta enfilar el Puente de Triana y que éste botara como suele hacer cada Lunes Santo antes de entrar en Triana a los sones de Virgen de la Victoria seguidas de Maestro y Reinas del Baratillo para enfilar el último saludo a su hermandad madrina de La Estrella.

Ante una multitud de almas se presenta el Soberano delante de su Madre de la Estrella con Un cielo para mi Virgen (adentrándose en la capilla hasta “la butaca”), Sagrada Eucaristía y Silencio, ante Herodes… El hijo de Dios. En esta última llegó la inspiración de los que están y de los que dejaron el legado de costales debajo del Soberano, llegando a rasgar el silencio más ensordecedor que tiene la Banda de Las Cigarreras.

Toca el turno de Padre Manuel a la altura del azulejo de la Virgen del Rocío que hay en la Parroquia de San Jacinto… Momento en el que un servidor miró al cielo sin creer en las casualidades.

Marchas de los años 90 por el adoquinado de la calle San Jacinto para llegar al Barrio León con En tu Buena Muerte, Noches de Lunes Santo y Lux Aeterna, sacando la cuadrilla y la Banda las fuerzas del corazón y del alma. La penúltima levantá de este Lunes Santo mágico la dedicarían a la décima trabajadera del Soberano, a su Banda… El amor mutuo que hay entre los dos es indescriptible y perdurará en la eternidad. Suena Señor de Sevilla con pianos magistrales.

Va finalizando este Lunes Santo de inspiración, de entrega y de amor. El Soberano Poder cruza el dintel y suena la Marcha Real… Aunque no es un fin, es una página más en nuestras mentes, corazones y retinas de todos los que hemos podido disfrutar de ÉL.

Te esperaremos siempre Soberano.

Fotografías: Fran Santiago y Rocío Cruz.

Información del autor
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Jesús Navas
Colaborador. Componente en la cuerda de percusión.
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