Lunes Santo 2018: Azahar, devoción y música
Después de un glorioso y esplendoroso Domingo de Ramos acompañando al misterio de nuestra querida Hermandad de La Cena amanecía un nuevo Lunes Santo… esos días que desde que amanece uno sabe que algo grande va a suceder desde el barrio León entre aromas de azahar.
Alrededor de las 14 horas se empiezan a ver los primeros capirotes blancos y fajines morados alrededor de la zona del barrio del Tardón… Incluso algunos “capirotitos” que no saben hablar ni escribir y que reconocen que los músicos que van a acompañar a su Señor del Soberano Poder durante todo el recorrido del Lunes Santo son de Las Cigarreras (vivido en las carnes y el alma de un servidor).
A las 14:50 horas se abren las puertas de la Parroquia de San Gonzalo con un sol radiante y ante un barrio lleno de devotos que empiezan a escuchar los primeros toques de tambor de la Banda de la Sagrada Columna y Azotes rumbo hacia la Catedral. Tras 11 tramos de nazarenos que acompañan al Señor del Soberano Poder ante Caifás se escucha en la lejanía la voz del capataz Manuel Garduño, que ya está mandando a tierra a sus costaleros… A los benditos pies del Soberano a los que pondríamos nuestros sones y nuestros corazones durante tantas horas.
Así pues, al marcar la Marcha Real el misterio del Señor del Soberano Poder ante Caifás dio su primer “izquierdo” nada más sonar los tambores y bombos. Arrió el misterio para que su prioste colocará los últimos detalles antes de poner rumbo hacia la Santa Iglesia Catedral.
La primera marcha que sonaría tras el Soberano sería Réquiem, de Bienvenido Puelles, dedicada a todos aquellos familiares de nuestros músicos que han fallecido en este último año, así como a los hermanos fallecidos de la Hermandad, en especial al querido capataz de Sevilla Don Jesús Basterra.
Tras levantar los primeros aplausos al término de la marcha, se interpretaría Mi Cristo para Sevilla, marcha del mismo autor que la anterior y adaptada a la nueva instrumentación de la banda por su hijo Carlos Puelles y Pedro Manuel Pacheco, siendo este año una recuperación en nuestro repertorio.
Avanza el misterio del Soberano Poder entre los naranjos del barrio con marchas como Un Cielo para mi Virgen o Ego Sum entre otras hasta llegar al asilo de la Avenida de Coria: Momento emotivo ante los “viejecitos”, como popularmente se conoce en el barrio y donde se interpretaría Virgen de la Salud de Bienvenido Puelles y Madrugá Sevillana de Dionisio Buñuel y Francisco José Casado.
Seguiría su camino el Señor del Soberano Poder ante Caifás por la calle San Jacinto con marchas como Macarena, Soledad de San Pablo o La Virgen del Rocío entre otras, hasta llegar a uno de los puntos con mayor espera del Lunes Santo, el saludo a la capilla de la Hermandad de La Estrella, su Hermandad madrina.
En dicho punto se interpretarían las marchas Triana llora tus penas en honor al titular cristífero de la Hermandad de la Estrella, donde el misterio se adentró al completo en la capilla. Le seguiría la marcha Por Triana, Soberano y finalizaría el saludo con Alegoría de la Fe dejando un reguero de emociones ante el público acaecido en aquel instante. A punto de salir de Triana se interpretarían marchas como Cristo de las Siete Palabras y La Sentencia de Cristo, buscando el antiguo puente de barcas.
El misterio de la querida Hermandad de San Gonzalo pone sus pies en Sevilla a los sones de la marcha Santísimo Cristo de las Tres Caídas, avanzando por la calle Reyes Católicos con otras como Padre Manuel, Divina Pastora de Cantillana o Sobre los pies te lleva Sevilla, todas ellas con la firma de Pedro Manuel Pacheco, y levantando un gran revuelo entre los allí presentes.
El misterio está apunto de entrar en otro momento de máxima afluencia y espera, en la denominada por muchos “Campana de pie” a la altura de la Iglesia de la Magdalena. Aquí se interpretaría las marchas Lux Aeterna y Ante Anás… El hijo de Dios. Sólo los allí presentes tuvieron el privilegio de vivir un momento tan especial y tan emotivo como el que se vivió allí, lleno de sentimiento.
Sigue el misterio de San Gonzalo derrochando arte, sentimiento y corazón con las marchas Sagrado Decreto y Cordis Mariae hasta llegar a la esquina de Rioja con Velázquez. Llegados a este momento y esta revirá, un presente no tiene palabras para describirla… O incluso necesitaría hacer otra crónica para poder compartir dicho momento.
El canon marca las varas de medir en la estética, la belleza, el arte, la escultura, la música… etc. y todo ello se vio reflejado en aquella revirá… Rincón de Sevilla, el arte de andar de una cuadrilla, aquella que tuvo la Inspiración de andar diferente, Ortega Bru, Castillo Lastrucci y Guzmán Bejarano… y Las Cigarreras. Sin más, sonó Silencio, ante Herodes… El hijo de Dios, de Cristóbal López Gándara.
Después de marcar uno de los “Silencios” más atronadores, el misterio de San Gonzalo buscaría la plaza de la Campana ante uno de los momentos más esperados de la Semana Santa de Sevilla.
Hizo su entrada en Campana a los sones de Noches de Lunes Santo, Ave María (con una clase magistral de sus costaleros de cómo dar una revirá de costero a costero), Costalero del Soberano y por último, haciendo un guiño a la Hermandad de La Cena (la cual interpretaría el día anterior una marcha dedicada a San Gonzalo) con Sagrada Eucaristía, para enfilar la calle de las Sierpes y dejar otro ensordecedor aplauso de los allí presentes.
Buscando la plaza de San Francisco y la Avenida de la Constitución sonarían marchas como Tus Lágrimas, Al Señor de la Sagrada Cena o Eucaristía en honor al Santísimo Sacramento ubicado en la capilla del Sagrario de la Catedral, momentos antes de que hiciera su entrada el misterio del Soberano Poder ante Caifás.
A los sones de Mi Cristo de Recogía salía por la puerta de Palos el misterio buscando el almirantazgo y el Postigo.
Llegando al Postigo se interpretaría por primera vez tras este misterio La Carretería, de Pedro Manuel Pacheco; y Soberana, de Francisco Javier Torres tras haber sido estrenada en el mes de Octubre del pasado año con motivo de la coronación canónica de la Virgen de la Salud. Saldría del Postigo buscando la calle Arfe el misterio a los sones de Ante Caifás… El hijo de Dios, donde se quedó otro murmullo tras su paso por las proximidades de las antiguas Atarazanas. Poco más tarde se interpretaría Y fue Azotado buscando el corazón del Barrio del Arenal.
Llega otro momento cumbre de los que nos depara el Lunes Santo y es en la capilla del Baratillo, para hacer el saludo ante sus sagrados titulares con las marchas Reinas del Baratillo, Inspiración y Noches de Lunes Santo, que ante el gran tumulto dejó otro reguero de aplausos y lágrimas al paso del misterio del Soberano Poder.
Se avanza por Pastor y Landero con los sones de Macarena, en la que el andar del misterio dejó ciertos detalles en los que se puede considerar cómo algo innovador al estilo de San Gonzalo. Se cruzaría el puente a golpe de tambor, siempre para ganar tiempo a la noche, momento en el que… ¡bota el puente! al producirse la levantá del misterio en mitad de dos de los pilares del Puente de Triana.
El Soberano Poder regresa a su barrio y pisa al frente en un momento de recogimiento a los sones de Una Palabra Tuya, una verdadera oración escrita con notas en el pentagrama por nuestro querido amigo Francisco Javier Torres Simón. Momento que sirvió para llegar al segundo saludo ante la madrina de la Hermandad, ante una gran afluencia de público y donde se interpretaría ¡Y tú, Estrella! Y dijo Anás… y Llora la Esperanza, donde padre e hijo (Bienve y Carlos) compartirían sus sentimientos hechos música ante su madrina y donde el público fue grato con grandes aplausos.
Además, justo en el momento en que el paso se detuvo ante la Virgen de la Estrella, la saetera jerezana Eva Rubichi entonó una flamenca saeta por seguirillas con una letra muy especial:
«Desde Jerez de la Frontera, Padre mío de San Gonzalo y ante el maldito Caifás, venimos a rezarte con tu Banda de Las Cigarreras…»
Busca la calle San Jacinto en dirección a su casa el misterio de la Hermandad de San Gonzalo ante una gran afluencia de público comparado con otros años, donde la Banda hace gala de marchas de los años 90 ante los allí presentes.
Ya enfilando los últimos metros del recorrido, el Soberano Poder ante Caifás pone sus pies en el Barrio León a los sones de Al pie de tu Santa Cruz, Prendido y Costalero del Soberano.
Como colofón a este Lunes Santo de ensueño se interpretaría la marcha Amor de Madre, en la que el capataz Manuel Garduño y sus costaleros dedicaron la levantá a la Banda que lleva más de 35 años poniéndole sus sones al Soberano.
Otro Lunes Santo más donde San Gonzalo y Las Cigarreras son UNO… y que el Soberano lo quiera así muchos años más.
Fotografías: Pepe Ortega y Objetivo Aramburu.