400 años de Vera Cruz por las calles de Las Cabezas de San Juan
El sábado 19 de octubre de 2024 quedará señalado como una fecha de oro en el calendario cofrade de Las Cabezas de San Juan. Y es que en este día tuvo lugar la procesión extraordinaria para conmemorar los cuatro siglos de la hechura del Santísimo Cristo de la Vera Cruz de esta sevillana localidad.
Han sido diversos los actos que la Hermandad de la Vera Cruz ha venido celebrando para conmemorar este aniversario, pero sin duda el más llamativo y multitudinario ha sido el colofón final con la procesión del Señor.
La imagen que tallara Juan de Mesa, ya estuvo en las calles cabecenses en la víspera de este día, cuando fue trasladada de la Parroquia de San Juan Bautista a la Parroquia de San Roque, donde ya residió en el pasado. Ya en la jornada del sábado 19, a las 16 horas, salía de este templo para presidir un Solemne Pontifical en la plaza de la parroquia.
A las 19 horas, y con una gran expectación, comenzaba la procesión con los sones de su banda, la que lo acompaña cada Semana Santa: El Amarrado de Ávila.
Más tarde, a las 21 horas, llegaría el turno de nuestros sones. La Banda de Las Cigarreras aguardaba formada en la calle Doctor Domingo Gallego. La imponente imagen del crucificado se acercaba frente por frente a los músicos, una imagen que sin duda nos guardaremos en el recuerdo.
Las primeras composiciones que sonaron tras el Santísimo Cristo, tenían un significado muy especial para la familia cigarrera. En primer lugar, sonó Amor de Madre, dedicada a la memoria de la abuela de nuestro compañero Rafa González, fallecida en las horas previas a la procesión. Y en segundo lugar, Y fue azotado, a la memoria del Hermano Mayor de Las Cigarreras, Pepe García Pastor, cuyo fallecimiento tuvo lugar esa misma tarde… Para ambos, y con todo nuestro cariño, el recuerdo y la dedicación de nuestra música.
Tras estos emotivos momentos, la procesión discurría por zonas que habitualmente no transita en Semana Santa, dejando imágenes para el recuerdo de propios y extraños, ya que la cantidad de público fue en todo momento bastante notoria.
En clave musical, llamó la atención la interpretación de la marcha Nuestro Padre Jesús el Cautivo, de Pascual Zueco Ramos, que volvía al repertorio de Las Cigarreras tras más de una década de ausencia.
Los sones del repertorio más solemne de la banda se hicieron notar en el entorno de la calle Antonio Machado, siendo una delicia ver andar el paso de Cristo con marchas como Cordis Mariae, Crucifixus, Réquiem, o Madrugá sevillana.
Sin embargo, fue a partir de la plaza de la Constitución, donde se encuentra el ayuntamiento, donde la procesión alcanzaría su máximo esplendor. Los sones de Agnus Dei, Ave María y En mis recuerdos… acompañaron al crucificado hasta la calle conocida como el «rincón malillo», dejando unas estampas únicas en un entorno maravilloso, ya con la Parroquia de San Juan Bautista de fondo.
En tu Buena Muerte y Madre de Dios continuaron la senda musical hasta llegar a la zona de la entrada, donde se agolpaba una gran cantidad de público. ¡Victoria! Hasta siempre, Soberano y Costalero del Soberano sirvieron para cuadrar al Señor ante su puerta, la cual atravesó con una habilidosa maniobra por parte de la cuadrilla de costaleros y el cuerpo de capataces. Para poner el broche de oro, sonó la Marcha Real y Cantemos al Amor de los Amores.
La gubia de Juan de Mesa esculpió a Dios crucificado, y 400 años después su pueblo de Las Cabezas de San Juan sigue mostrando su veneración al Señor, un auténtico privilegio para la música de Las Cigarreras formar parte de esta bella ocasión. Siempre agradecidos a la Hermandad de la Vera Cruz por hacerlo posible.
