Domingo de Ramos 2024: Y nunca perder la sonrisa...
Lejos de la bucólica imagen del amanecer de un Domingo de Ramos soleado, la estampa del de 2024 será difícil de olvidar. Y es que el domingo 24 de marzo amanecía con un tono amarillo más propio del norte de África que de la capital de Andalucía. La calima llevaba varios días sentada en el ambiente, pero sin duda alcanzó su punto álgido en esta jornada.
Aún así, y a pesar de que los pronósticos no eran los mejores de cara a la noche, el buen cofrade procuró no perder la sonrisa del día más bonito del año y seguir su particular ritual. Mañana de templos, mediodía de últimos preparativos con un ojo puesto en las redes sociales y una oreja en la radio. Las noticias eran contradictorias… «La Paz sale, La Hiniesta no».
Como cada año, en torno a las tres de la tarde, el entorno de Los Terceros comenzó a llenarse de fajines morados. Refugiándose de las gotas con barro que a veces caían en soportales o algún bar, aguardamos noticias desde el interior del templo… «La Borriquita y Jesús Despojado salen, La Paz se vuelve». Momentos de tensión y muchas ganas, sumándose la particularidad de que el pasado año la lluvia también arruinó el Corpus Christi en Sevilla.
Dentro de esta incertidumbre meteorológica, la noticia que siempre gusta escuchar: «La Cena sale, nos vamos a la calle». Según los últimos partes, se espera lluvia a partir de las 20 horas y la Hermandad intentará acelerar el paso para estar a esa hora lo más cerca posible de su templo, una vez se realizaron algunas modificaciones en el itinerario.
Así pues, a las 16:23 horas se vivía el momento con el que sueña todo músico cigarrero. Asomaba el farol dorado del misterio de la Sagrada Cena por la puerta de Los Terceros. Marcha Real, Cantemos al Amor de los Amores, Eucaristía y Sagrada Eucaristía sirvieron para comprobar el ritmo que llevaría la cofradía, y es que con estas marchas alcanzó el paso de misterio la plaza de San Pedro.
Tan sólo 5 marchas después y a muy buen ritmo llegamos a la carrera oficial, donde tras Hasta siempre, Soberano, pudo escucharse uno de los grande estrenos de 2024: Agnus Dei, de Cristóbal López Gándara, y dedicada a esta querida Hermandad.
Aún con algún leve chispeo, no se aminoró el ritmo en la carrera oficial, de manera que en unas chicotás se encajaba el paso de misterio en la Santa Iglesia Catedral pasados unos minutos de las 18 horas. Allí se encontraban los pasos de Jesús Despojado y el misterio de La Paz, que se habían resguardado de una lluvia que habían dicho que podría ser inminente.
La Hermandad de la Cena continuó con su plan inicial de llegar pronto a Los Terceros y continuó la marcha saliendo de Catedral, pero la lluvia hizo, ahora sí, acto de presencia cuando el paso de misterio se encontraba subiendo la Cuesta del Bacalao. Tras una soberbia chicotá a los sones de Y en la otra orilla… y tras una tremenda ovación por parte del público presente, quedó el paso detenido durante unos minutos en el comienzo de la calle Francos.
Antes de decidir el regreso definitivo a la Catedral, vimos una de las imágenes de este Domingo de Ramos, como fue el Señor de la Sagrada Cena cubierto con una llamativa tela que le protegía de las gotas que caían, así como a la túnica bordada que estrenaba en este 2024.
Con la entrada de nuevo en la Santa Iglesia Catedral y las palabras del arzobispo, José Ángel Saiz Meneses, dábamos por concluido este extraño Domingo de Ramos.
Días más tarde, en la mañana del Martes Santo, la cofradía volvería a la Iglesia de Los Terceros con un cortejo reducido en cada paso y la presencia de la querida Banda del Maestro Tejera tras la Virgen del Subterráneo. En la salida de la Catedral, se pudieron vivir momentos tan bellos como inéditos, al sonar la marcha Triunfal por parte de los compañeros de Tejera.
Un año complicado, pero un año que seguramente recordaremos con el paso del tiempo. Aquel año de la calima, aquel año de las prisas, donde nos quedamos en Catedral… Y aquel año en el que, a pesar de todo, no perdimos la sonrisa de un Domingo de Ramos.