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Domingo de Ramos 2019: 40 años de sones tras la Cena

El 14 de abril de 2019 fue el señalado para ser ese domingo tan especial, ese que todos los cofrades y cómo no, nuestra banda, tienen señalado en el calendario de una manera muy singular. Amanecía un nuevo Domingo de Ramos y con ello el comienzo de la semana más importante para nosotros en nuestra ciudad, Sevilla. Con las primeras luces del alba ya se preveía un grandísimo día.

Alrededor de las 15:30 horas en pleno corazón de Sevilla, más concretamente en la calle Sol, se abrían las puertas del templo de Los Terceros para poner en la calle la cruz guía de la Hermandad de la Sagrada Cena. Ahí estábamos nosotros, como cada Domingo de Ramos desde hace ya 40 años, esta vez 150 corazones latiendo cada vez mas rápido al compás del paso de los nazarenos y la inminente salida de ese precioso paso de misterio que con los rayos de sol a esta hora de la tarde lo hacen más bonito si cabe.

Se escuchó la primera corneta de la tarde que nos indicaba que el paso ya se podía ver en la puerta, interpretando la Marcha Real engarzada como viene siendo costumbre con Cantemos al Amor de los Amores, que seguida de Eucaristía completaría la primera chicotá de este paso de misterio. Ya estábamos en la calle un año más y tras los nervios habituales de cada comienzo llegaríamos a la calle Gerona a golpe de tambor para interpretar La Cruz Gitana, y más adelante en la revirá con Doña María Coronel, una de nuestras marchas más características: Sobre los pies te lleva Sevilla.

Tras estas primeras chicotás el paso de misterio continuó su andar con medida y elegancia, al compás de nuestra siempre milimétrica y distinguida batería. Llegaríamos a la Plaza de San Pedro con la marcha de Rafael Vázquez y José Manuel Reina, Inspiración, discurriendo por la conocida zona de las Setas a los sones de El Prendimiento y Triana llora tus penas.

Se escucharía más tarde el timbal que nos marca el comienzo de la marcha Llora la Esperanza, que junto a Por Triana, Soberano, serían la música con la que el paso entraría en la revirá de una abarrotada calle Orfila, y en la que ya dentro de ella se pudo escuchar Jesús en su Prendimiento, justo a la llegada del paso y de nuestra banda a la puerta de la capilla de nuestra querida Hermandad de los Panaderos. Madre Cigarrera era la siguiente de las marchas que interpretó nuestra banda para adentrarnos en Javier Lasso de la Vega, en una calurosa tarde de este Domingo de Ramos.

A los sones de Prendido, de Francisco Javier Torres Simón, el paso se adentraba ya en la plaza del Duque y entrando casi en carrera oficial, la última marcha antes de entrar a la plaza de la Campana fue Madre de Dios.

A golpe de tambor fuimos avanzando hasta alcanzar la primera revirá que nos llevaría al palquillo. Los sones de Eucaristía, Maestro y Reinas del Baratillo fueron los elegidos para completar esta primera parte del recorrido de la carrera oficial de nuestra ciudad. A las 18:50 horas nos adentramos en la calle Sierpes a golpe de tambor con una larga chicotá que trabajaron exquisitamente los costaleros de este misterio.

Como es usual en esta parte del recorrido, el Señor de la Sagrada Cena avanzó buscando la catedral con los sones mas clásicos de nuestra banda, pudiendo escucharse composiciones como Virgen de la Victoria o La Milagrosa. Se llegaba con El Santísimo Cristo del Amor a los palcos y en la avenida siguieron nuestros sones clásicos con las marchas Misericordia Isleña, Dulce nombre de María, ¡Y tú, Estrella!, Resignación y la Marcha Real. El paso entraría a realizar su estación de penitencia en la Santa Iglesia Catedral de Sevilla, en la cual nuestra banda entra también para realizarla, ya que tenemos el privilegio de ser hermanos honorarios de esta hermandad, como denota el gesto de portar su medalla tan distinguida de cordón rojo cada Domingo de Ramos.

Marcaba el reloj las 20:00 horas y con los últimos rayos de sol que se dejaban ver, ya en el ocaso de esta tarde tan esperada en la capital hispalense, salía el paso de misterio de la Sagrada Cena de la catedral con la Marcha Real y Cristo del Perdón. Ya íbamos de vuelta, con nuestro punto de mira de nuevo en la calle Sol, pero antes aun nos quedarían muchos momentos para el recuerdo.

Momentos como Madrugá Sevillana en la calle Francos, Alegoría de la Fe revirando en la Alfalfa, o Y Dijo Anás… y Amor de Madre en la siempre concurrida revirá de Boteros con Sales y Ferré, a la que seguiría una chicotá a golpe de tambor.

Marcaban ya las 21:30 horas en los relojes sevillanos, y el final a nuestro Domingo de Ramos cada vez estaba mas cerca. Llegaríamos a la plaza de San Leandro a los sones de Una Palabra Tuya y Al pie de tu Santa Cruz, en la calle Cardenal Cervantes se escuchó Mi Cristo para Sevilla, momento en el que entramos en nuestra última hora en la calle, antes de que el primer paso de misterio de la hermandad de la Sagrada Cena hiciera entrada. En la revirá hacia la calle Santiago, el pasó se movió a los sones de Ave María seguida de una marcha tan especial para nosotros como es En Mis Recuerdos… Donde seguidamente se pudo escuchar en la abarrotada calle Santiago la marcha Refúgiame, y llegando al final de esta calle, la marcha Tus Lágrimas. En la revirá para entrar en la calle Capataz Manuel Santiago sonó María Reina y Madre.

Llegábamos a la recta final de este día soñado sobre las 23:15 horas, cuando entrabamos en la calle Sol con la marcha Lux Aeterna, una de las mas esperadas y admiradas por nuestro público del compositor Francisco Javier Torres Simón, que hizo las delicias de los allí presentes, y ante una iglesia de los Terceros con ese color tan especial, ese toque dorado que hace contraste con el tono de la noche sevillana. Incluso algunas palomas sobrevolaron por encima del paso de misterio y de nuestra banda, queriendo ser partícipes de este momento tan solemne y emotivo como es la entrada de este paso a su iglesia.

Se pudo escuchar Costalero del Soberano, Marcha Real y Cantemos al Amor de los Amores en la tradicional entrada del Señor, para dar por terminado este magnífico Domingo de Ramos.

No me gustaría acabar esta crónica sin incidir en lo especial que es para un músico de Las Cigarreras cada Domingo de Ramos, donde disfrutamos detrás de este espectacular paso de misterio. Momentos calurosos en el comienzo pero especiales para todos, ya que eran 40 años tras el Señor, los mismos años que la vida de nuestra banda, y esperemos que sean muchos años más de tantos corazones latiendo al mismo compás, el de la banda de Las Cigarreras tras su Hermandad de la Cena.

Fotografías: Pedro Sánchez y Tomás Quifés

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