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Y en Capuchinos... Las Cigarreras

Cuando en el seno de la Banda de Las Cigarreras se concibió el Ciclo de Conciertos de Cuaresma en memoria de Manolo Pardo, una de las premisas fueron llevar la música de Las Cigarreras a rincones donde nunca antes había sonado. De este modo, en la noche del viernes 2 de febrero de 2018 esos sones llegarían al compás del Convento de los Padres Capuchinos de Sevilla. 

Y es que en la hermosa iglesia del convento de Capuchinos, y junto a la Divina Pastora Coronada, tendría lugar el primero de los conciertos del VI Ciclo de Conciertos Manolo Pardo… In Memoriam. Un concierto con el que además estrenábamos una noble iniciativa como fue la de recoger alimentos ara los más necesitados. Todo un éxito a tenor de cómo estaba la mesa que ubicamos en el coqueto patio del convento.

En torno a las 21 horas y tras la presentación de Israel Caballero, la batuta de nuestro director Vicente Moreno marcaba los sones del concierto, que como no podía ser de otro modo iban dedicados a Manolo Pardo… Maestro. Dos composiciones muy relacionadas con el lugar donde nos encontramos seguirían a esta marcha: Cantemos al Amor de los Amores, sones eucarísticos en honor de los Padres Capuchinos, a quienes debemos agradecer el privilegio de hacer nuestra música en su convento; y Macarena, dada la cercanía con una de las grandes devociones de Sevilla.

Llegados a este momento nos disponíamos a vivir uno de los momentos de la noche y, por qué no, de nuestra particular Cuaresma… El estreno de la nueva marcha de Cristóbal López Gándara.

El propio compositor ubetense tomó la batuta para dirigir sus tres marchas del repertorio cigarrero, como son Ante Anás… El Hijo de Dios, Ante Caifás… El Hijo de Dios y el estreno de la noche, Silencio, ante Herodes… El Hijo de Dios. Dedicada a la Hermandad de la Amargura de Sevilla, así sonaron los acordes de esta nueva composición que sin dudas maravilló a todos los presentes, a tenor de las largas ovaciones que recibió tanto la Banda como el bueno de Cristóbal.

Tras el estreno de la noche, se realizó la entrega de recuerdos tanto a la Comunidad de los Padres Capuchinos, como a las Hermandades de la Divina Pastora y la Amargura, que habían tenido a bien asistir al estreno de la marcha dedicada a Nuestro Padre Jesús del Silencio en el Desprecio de Herodes. A su vez, se hizo entrega de la pintura original del cartel de este VI Ciclo de Conciertos a la familia de Manolo Pardo, obra de nuestra compañera de la cuerda de cornetas, Paula Arquero.

Ya en la recta final del concierto, no podíamos marcharnos sin tener un guiño musical con la Hermandad de la Divina Pastora de Capuchinos. Sonaron las marchas Divina Pastora de Cantillana, hermandad con la que se guarda una especial vinculación en Capuchinos; así como Madre de Dios, cuyo nombre no podía ser más apropiado encontrándonos en la cuna de la devoción pastoreña.

Una noche para el recuerdo, en la que no podemos más que agradecer a la Comunidad de los Padres Capuchinos de Sevilla, a la Hermandad de la Divina Pastora Coronada, así como a todos los asistentes al concierto el cariño mostrado en todo momento y la predisposición para que Las Cigarreras sonara, como sonó en Capuchinos.

Información del autor
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Juanjo Dorado
Director de comunicación. Componente en la cuerda de trompetas.
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