Nuestro último tramo de la Cuaresma 2024
Pasa siempre así, especialmente los años de Semana Santa en marzo. Entre conciertos, duro trabajo y actuaciones, la Cuaresma de un músico de Las Cigarreras es tan corta como intensa. Así, el 10 de marzo de 2024, y cuando restaban 14 días para el anhelado domingo de palmas, concluimos nuestras actuaciones previas a la Semana Santa participando en los Tramos de Cuaresma de la Fundación Cajasol.
La noche se presentaba fría e intermitentemente lluviosa, pero el cartel de «no hay billetes» lucía en la web de la Fundación Cajasol desde hacía semanas. Tal es así que minutos antes de la hora prevista, todas las butacas ya se encontraban ocupadas por el público que asistía a este evento.
De este modo, y con algunos minutos de adelanto, Francisco José Borge tomó la palabra e hizo una bella introducción de lo que íbamos a vivir en el patio de la Fundación Cajasol: 45 años de música en Las Cigarreras.
Una efemérides que, si bien la banda no ha realizado un programa de actos para celebrarla, tendría su significado en esta noche. Un primer bloque con tres marchas que marcaron una época: Señor de Sevilla, Amor de Madre y Macarena. Jorge Martín, Francis y Bienve. Años 90… Cigarreras.
En el segundo bloque, escuchamos la evolución propia de la banda llegando al Siglo XXI de la mano del querido Pedro Manuel Pacheco y esa impronta tan novedosa que en su día incorporaron Fran Ortiz y los añorados Sergio Larrinaga y Bienvenido Puelles: Sobre los pies te lleva Sevilla, Y fue azotado y Hasta siempre, Soberano.
La batuta de nuestro director musical, Mario Rescalvo se alzó ante un tercer bloque con dos marchas que, si bien no se identifican con ese «estilo cigarrero», han sido acogidas por la banda y su público de una manera incontestable: Y en la otra orilla… y ¡Victoria! Todo ello, antes de el broche final que siempre tiene un buen concierto de Las Cigarreras… Costalero del Soberano, que sonó en esta ocasión con el Himno de Andalucía.
Sin embargo, la música y la noche no concluirían aquí. Con una certera introducción del presentador, la banda regaló al público asistente las dos últimas obras de Cristóbal López Gándara. Dos marchas estrenadas en apenas un año y que bien podrían ser la antítesis una de la otra. Gath Shemânîm y Agnus Dei.
Tras una larga ovación por parte del respetable, cesaban nuestros sones hasta el próximo Viernes de Dolores. Fuera, en la Plaza de San Francisco se montaban los palcos entre naranjos en los que se intuye la inminente floración del azahar… Es el final de un camino y el comienzo de otro nuevo. Siempre mejor, y del que vamos a disfrutar un año más. Nuestra Semana Santa.