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Jueves Santo 2015: Tras nuestro Señor...

Y llegó el Jueves Santo, ese día en el que tiene sentido y se hace especial llamarse “Las Cigarreras”, ese día en el que nazareno y músico son hermanos, ese día en el que Sevilla espera teñirse de color morado.

Como es costumbre, detrás del cancel de la calle Juan Sebastián Elcano, se aguardaba, con paciente espera, el momento de ver abrir de par en par las puertas de la capilla de la Fábrica de Tabacos.

Rondaban las 15:05 cuando la cruz de guía puso pie en la calle, alzando la expectación del público que se concentraba alrededor de la fuente y que esperaba a que el dorado paso de misterio asomara por el dintel del portalón.

Andando siempre de frente comenzó su camino el Señor atado a la Columna, Marcha Real y nuestra clásica Virgen de la Victoria lo recibían en la calle y para a golpe de tambor llevarlo hasta la Catedral a realizar estación de penitencia.

El comienzo fue bastante caluroso, a horas de máximas temperaturas por calles del barrio, barrio de los Remedios, para cruzar por el puente de San Telmo y adentrarse en Sevilla por las queridas calles del Arenal engalanando el centro con capirotes y cirios morados.

Y siguió siendo Azotado por Plaza Nueva y Tetuán,  Plaza de la Campana, Sierpes y Plaza de San Francisco, donde, por cierto, se produjo una de las anécdotas más peculiares del día cuando en una “levantá” el Señor de Las Cigarreras perdió una de sus potencias y ya en la Catedral fueron quitadas las dos restantes, viéndose la talla de Francisco Buiza con un aspecto nada habitual pero sin duda deslumbrante.

En este día, la Banda de Cornetas y Tambores de Nuestra Señora de la Victoria fue escoltada de la mejor manera posible: en el palio deleitando con su dulzura la Banda de música María Santísima de la Victoria y abriendo paso, en la cruz de guía la Banda de Cornetas y Tambores Sagrada Columna y Azotes. Esta última, como cada año, tomó el relevo de la “banda grande” y acompañó al titular, que le da nombre a la banda, desde su salida por la Puerta de Palos hasta su paso por la Plaza de Cuba ya de vuelta a su barrio.

De nuevo, como cada año, la oscura puerta de la Capilla de la Fabrica de Tabacos espera, con quietud, la llegada de sus titulares, atravesando el cancel y rodeando con expectación la fuente mientras suena “Y fue Azotado”, para con “Ave María” y “En mis recuerdos” navegar entre las gentes que allí se dan cita para deleite de tan bella entrada, únicamente iluminada por la radiante luna llena y así terminar su estación de penitencia  perdiéndose en el interior de la capilla cuando entrabamos ya en el Viernes Santo. Poco después hizo también entrada su Madre, Nuestra Señora de la Victoria, que le acompañará en su altar hasta el Jueves Santo del próximo año, donde esperemos podamos disfrutar de nuevo de acompañar a nuestros titulares por Sevilla.

Crónica: Juan Antonio Gómez | Fotos: Nacho Borrallo, Daniel Rodríguez y Cézaro de Luca.

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Las Cigarreras
Las Cigarreras
Banda de cornetas y tambores Nuestra Señora de la Victoria, Las Cigarreras.
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