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Mi sueño...

Parecía que era un Corpus más para toda la banda, queriendo poner la guinda a una temporada de mucho trabajo y sacrificio. Pero se notaba en el ambiente que deparaba algo distinto. Una especie de pesadilla que no hubiera querido que se hubiese hecho realidad, por lo menos para el que escribe esto.

Con un cielo espléndido y con un Sol radiante, a eso de las doce y media de la mañana el cortejo de la Sagrada Cena ponía los pies en calle para comenzar la vuelta a su sede, La Iglesia de ‘Los Terceros’, situada en la Calle Sol. ¡Qué bonito nombre y que recuerdos tengo en mi retina de esa bendita calle!.

El Señor de los ojos verdes salía del Palacio Arzobispal, donde permanecía desde las ocho de la mañana para realizar su altar. Con su banda sonora particular sonaban la Marcha Real y el Cantemos al Amor de los Amores. Las cornetas y tambores sí que sonaban diferente y no hubo una mejor melodía para mi Cristo.

Esta vez era diferente, era un día de alegrías y tristezas. Alegría por ver culminado un año tan duro y tristeza por no poder acompañarte de nuevo mi niña cigarrera, ni poder ponerme ese fajín morado que tantas noches había soñado.

La primera marcha que se tocó fue Réquiem, como homenaje a un hermano de tan sólo 23 años muy allegado a la Hermandad, fallecido horas antes en un accidente. Una composición perfecta en la que cómo no, tenía que tener el solo de Miguel Hidalgo. Indescriptible ese momento que hicieron recordar tantos y tantos momentos vividos.

Ya por la Calle Placentines, sonó una de los estrenos de esta temporada: Llora la Esperanza¸ de Carlos Puelles. Quizás sea porque me toca de lleno o quizás sea porque es así, el dúo de esta gran composición siempre hace que la emoción me impregne pero esta vez sonaba como si los ángeles del cielo lo estuviesen interpretando. Cada vez era más cercano el destino y el miedo y la nostalgia se apoderaban.

Pasando por la Calle Francos, Cuesta del Rosario, Jesús de las Tres Caídas, la Alfalfa… se interpretaron marchas como Dulce Nombre de María, Divina Pastora de Cantilla, Alegoría de la Fe. El ambiente y el olor a romero hacían plantearme si la decisión era correcta o no, porque los momentos vividos con mi banda siempre van a tener un peso específico en mi corazón.

Fotografías: Alejandro Mármol

Uno de los momentos más emocionantes del recorrido fue en la Calle Odrero-Botero-Sales y Ferré. Donde se volvían a tocar dos interpretaciones nuevas de esta temporada: Una palabra tuya de Francisco Javier Torres Simón y Ante Caifás… El hijo de Dios de Cristóbal López Gándara.

En la Calle Doña María Coronel se interpretaron las marchas Sagrada Eucaristía y Sobre los pies te lleva Sevilla. Ya en la Calle Gerona se interpretaron Y fue Azotado, Ave María y En Mis Recuerdos. Recuerdos que parece que ese día estaban a flor de piel y que me hacían dar las gracias a todas las personas que habían hecho posible que cumpliera mi sueño cada de semana santa desde hace varias temporadas musicales. Pero estos últimos momentos parecían azotes que hurgaban más en la herida.

Tanto los solos del Ave María como los de En Mis Recuerdos parecían música celestial y que solo hacían poner fin a un ciclo o temporada.

En la calle de mi infancia y de mis alegrías, la calle de mi Domingo de Ramos, de mi familia. Mi calle. Las interpretaciones que sonaron fueron: Al Señor de la Sagrada Cena y el trío ya conocido por todo el público que está presente en la recogida de la Sagrada Cena: Costalero del Soberano, Marcha Real y El Himno Eucarístico.

Sin más un humilde juntaletras que se despide de la que fue, es y será su banda. A la que llevará por bandera por donde quiera que lleva y de la que vivirá enamorado para los restos de sus días.

Quisiera darle las gracias a todas las personas que me ayudaron a cumplir el sueño de cualquier niño sevillano que vive la Semana Santa de la mano de su padre y de su madre. El poder rezarle a sus titulares a través de una corneta o un tambor. Me siento un privilegiado por haber compartido mi etapa en esta grandísima banda con componentes tan grandes como: Felipe, Kongui, Bola, Chino, Naranjo, Carlos, José Gea, Chema, Pedro Castizo, José López, Javi Suárez, Juanjo…

Y sobre todo, agradecer a mi hermano por hacerme ver y sentir los valores que desde pequeño a él le inculcaron en esta banda. Gracias por transmitirme el amor y sentimiento que le tienes. Un verdadero sueño poder tocar a tu lado y aprender de ti. Eres una grandísimo corneta pero mejor persona, sin ninguna duda. Y mira que eso es difícil.

Gracias, gracias y gracias.

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